La defensora de los derechos humanos iraní Narges Mohammadi escribió una carta abierta dirigida al Portavoz Especial de las Naciones Unidas Javid Rahman y describió la situación de los derechos humanos en Irán como "nefasta".
Esta activista civil encarcelada escribió que varios activistas de los derechos culturales y de los profesores están presionados por cláusulas de seguridad, y al mismo tiempo varios activistas laborales también están encarcelados en régimen de aislamiento.
Narges Mohammadi señaló que el encarcelamiento en régimen de aislamiento y la denegación del contacto con la familia son las características de la "tortura blanca" contra los activistas civiles, e instó a Javid Rahman a tomar medidas eficaces al respecto.
En los últimos meses, con el aumento de las protestas comerciales y de subsistencia de profesores y trabajadores, varios sindicalistas han sido detenidos y encarcelados en Irán.
Narges Mohammadi escribió en su carta: "La supresión de las instituciones civiles independientes es uno de los objetivos de la República Islámica para desintegrar la sociedad civil e impedir que el pueblo alcance la democracia, lo que constituye una de las violaciones de los derechos humanos".
En su carta, la activista de derechos humanos también subrayó que los movimientos de protesta y las luchas civiles del pueblo iraní tienen como objetivo una transición democrática de la tiranía religiosa, y que estas luchas deben empoderar al pueblo a través de la organización de la sociedad civil.
Mohammadi instó a Javid Rahman a evitar la supresión de las instituciones civiles independientes presionando a la República Islámica y a apoyar a las instituciones civiles y a los activistas en este campo para lograr la democracia en Irán.
Narges Mohammadi escribió esta carta en circunstancias que está cumpliendo su condena en la prisión de mujeres de Qarchak (también Gharchak).
Las autoridades iraníes condenaron a Narges por varios delitos inventados en relación con su trabajo en favor de los derechos humanos y la condenaron a 16 años de prisión en 2016. Finalmente salió de la cárcel en 2020 después de que decenas de miles de personas pidieran su liberación.
Pero en abril de 2022 fue condenada de nuevo a más de 10 años de prisión y 154 latigazos, y acusada de "difundir propaganda contra el sistema".
Según Amnistía Internacional, los defensores de los derechos en Irán corren un peligro increíble. Los presos de Gharchak, donde Narges está encarcelada, han denunciado el desbordamiento de las aguas residuales, lo que pone a los presos en peligro de contraer enfermedades. A pesar de ello, Narges no se rinde. Sigue luchando por los derechos humanos, incluso en la cárcel. Necesita que tú también sigas luchando.
"Debemos volver a demostrar a Irán que el mundo está mirando y que no nos quedaremos callados ante la injusticia", afirma Amnistía.