Çekdar Ödüngit, recluido en la prisión de régimen cerrado de tipo L en el distrito de Panos (Patnos) en Agirî, denunció las violaciones de derechos que sufren en una llamada telefónica con su familia. El hermano de Ödüngit, Hevidar Ödüngit, dijo que su hermano le contó que sus celdas eran allanadas todos los días por los guardias. Hevidar señaló que durante las redadas se llevan libros y otras pertenencias de los presos: "Se apoderaron de muchas de nuestras pertenencias e inutilizaron otras", le dijo su hermano preso Çekdar.
La voz de los presos
El hermano de Hevidar Ödüngit dijo: "No llevan a tiempo a los presos enfermos al hospital de la cárcel de Patnos. Cuando lo hacen, es demasiado tarde". Hevidar declaró que su hermano le había pedido a quienes están fuera que dieran "voz a los que están entre cuatro paredes".
A Cemal Tanhan, de 68 años y quien llevaba 30 en prisión, lo mantuvieron encarcelado a pesar de una grave enfermedad y no lo liberaron hasta que sufrió un derrame cerebral. Su hija, Ayşe Tanhan, explicó que el estado de salud de su padre se estaba deteriorando: "Mi padre ha perdido la capacidad de hablar".
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