El Tribunal Constitucional de Turquía (AYM) no encontró ninguna violación en el castigo disciplinario impuesto a 22 docentes sindicalizados que participaron en un taller sobre educación en la lengua materna de una hora en las escuelas llevado a cabo el 21 de febrero de 2016 por el Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Ciencia (Eğitim Sen ) como parte del Día Mundial de la Lengua Materna del 21 de febrero de la UNESCO.

Se iniciaron investigaciones disciplinarias contra maestros que trabajaban en escuelas primarias, secundarias y preparatorias en los distritos de Lice, Sur y Yenişehir de la provincia de Amed (Diyarbakır) después de que "daran lecciones en la lengua materna" el 22 de febrero de 2016, recomendado por el Eğitim Sen. Las y los maestros recibieron reprimendas por sus conferencias sobre la lengua materna realizadas a sugerencia de Eğitim Sen.

Cuando las y los docentes se opusieron a las reprimendas, los tribunales administrativos de Diyarbakır decidieron cancelar las sanciones disciplinarias alegando que "sus acciones se mantuvieron dentro del ámbito de las actividades sindicales". Si bien el caso fue llevado al Tribunal Regional Administrativo de la provincia de Antep, el tribunal resolvió que "la acción no se enmarca dentro del ámbito de la actividad sindical, por lo que el hecho de impartir cursos extracurriculares violó la legislación, los procedimientos y los principios determinados por la institución y resultó en bloquear el derecho a la educación, que es un derecho democrático y constitucional”.

Los docentes en cuestión y el Eğitim-Sen apelaron ante el Tribunal Constitucional, defendiendo que “se violó el derecho a la unión, la libertad de expresión y la organización de reuniones y manifestaciones”.

"Dar educación en turco, ser leales al Estado"

El Tribunal Constitucional, sin embargo, rechazó la apelación del sindicato y dictaminó que “cuando observamos la política general de la República de Turquía, está estipulado en el Artículo 42 de la Constitución que la educación en la lengua materna será en turco. Por lo tanto, los ciudadanos de Turquía no pueden utilizar ningún otro idioma que no sea el turco como lengua materna en las instituciones de educación y formación”.

Aunque la Corte Constitucional enfatizó que “la libertad de pensamiento y expresión es de vital importancia para el funcionamiento de una democracia”, dictaminó que los funcionarios públicos tienen una “obligación de fidelidad” al Estado.

La Corte Constitucional dictaminó por unanimidad que no hubo violación en los recortes salariales y las amonestaciones a los maestros.