La diputada del HDP Ağrı Diyet Dilan Taşdemir dijo a ANF que las prácticas arbitrarias llevadas a cabo en el exterior se implementan en las prisiones sin límite alguno.2
Taşdemir señaló que las prácticas difieren de una cárcel a otra y añadió que casi todas las cárceles de Turquía tienen su propia autonomía. "Las cárceles son una estructura que no está abierta al público de ninguna manera, que no responde a nadie. Ni siquiera el Ministerio de Justicia se pronuncia al respecto, porque no le interesa informar al público. Intentan encubrir las torturas con las explicaciones más habituales. "Lo único que hace el Ministerio de Justicia es encubrir los delitos que se cometen en las cárceles, cuando su principal tarea es prevenir la tortura".
Derechos conquistados anulados
Taşdemir dijo que el gobierno ha usurpado todos los derechos conquistados en las cárceles y continuó: "Todos los derechos de los detenidos y condenados han sido anulados. A los presos no se les permite ni siquiera reunirse con sus familias. Hay un fuerte aislamiento. Incluso los presos que se saludan son castigados. Hay derechos legalmente reconocidos y lo son desde hace cien años. Los amigos que son alérgicos a ciertas sustancias son penalizados por no comprarlas, se ponen multas por no abrir las manos al caminar. El político kurdo Mukaddes Kubilay tenía que haber sido liberado el 4 de agosto, pero no lo fue debido a las medidas disciplinarias".
Los asesinatos están cubiertos
Señalando que los asesinatos en las cárceles se encubren como "suicidios", Taşdemir dijo: "Estas no son muertes ordinarias. Las prisiones están extremadamente superpobladas. Quieren doblegar la voluntad de los presos. Las normas penitenciarias no se cumplen. Tenemos que llamar la atención sobre la opresión en las cárceles. Sabemos que todas las provocaciones han comenzado en las cárceles de Turquía durante los últimos 50 años. Hay una nueva política, un enfoque especial. Y esto nos preocupa a todos".
Taşdemir añadió: "El gobierno actual no reconoce la ley. Se deja a la gente en salas de tortura, salas con esponjas. Hay imágenes de ello. Todo ocurre delante de nuestros ojos. Las administraciones penitenciarias obtienen su impunidad de las políticas del gobierno. La comunicación con las prisiones es muy difícil. Antes, las instituciones, los colegios de abogados, las instituciones de control como el IHD podían entrar en las cárceles. Las cartas de los presos podían llegar a nosotros. Ahora todo ha cambiado. No se nos permite hacer visitas in situ. Fuimos a la prisión de Patnos y la administración no se reunió con nosotros. Las familias de las cárceles intentan hacer oír su voz. Cuando los presos sacan a la luz estas torturas, vuelven a ser castigados".
El diputado Ağrı señaló que seguían de cerca lo que ocurre en las cárceles y añadió: "Estamos llevando la situación de las cárceles al parlamento. Estamos luchando contra esto en las comisiones del Ministerio de Justicia. Pero hay una falta de comunicación generalizada. Ya no nos es posible llegar a un director de prisión, y mucho menos al Ministro de Justicia".