Mücahit Yılmaz, de 27 años, fue asesinado por las fuerzas de seguridad turcas durante una redada en el distrito de Bağlar de Amed (Diyarbakır) el 21 de julio por la mañana. Horas después de la redada, el Ministerio del Interior anunció la identidad de Yılmaz y afirmó que era "un miembro de una organización terrorista que venía de las zonas rurales a la ciudad para actividades de organización".

Después del anuncio del Ministerio, la familia Yılmaz llegó a Amed y apeló a la Oficina del Fiscal Público de Diyarbakır para procedimientos de identificación.

El padre Abdulkadir Yılmaz luego identificó a su hijo que estaba detenido en la morgue del Hospital de Investigación y Capacitación Diyarbakır Gazi Yaşargil. La familia Yılmaz apeló nuevamente a la Fiscalía para recuperar el cuerpo de su hijo. El 22 de julio, la familia dio una muestra de sangre para una coincidencia de ADN, pero aún no ha recibido el cuerpo.

La familia Yılmaz apeló ayer a la Fiscalía de Diyarbakır nuevamente, pero les dijeron que el fiscal estaba de permiso y que los procedimientos de identificación de ADN aún no se han completado. La familia regresó a Kızıltepe sin recuperar el cuerpo una vez más.

Cuerpos de cientos de kurdos, la mayoría de los cuales perdieron la vida durante los ataques genocidas del estado turco en la región kurda, se encuentran en los cementerios de los sin nombre en Mardin, Urfa, Erzurum, Antep, Amed y Adiyaman.

En la ciudad de Malatya, donde hay un Instituto de Medicina Forense, al menos 170 cuerpos están enterrados en los cementerios de los sin nombre y no se entregan a las familias.

Del mismo modo, los cuerpos de 265 personas que perdieron la vida en varias fechas y que habían sido enterrados en el campo de la aldea de Upper Olek (Oleka Jor) en el centro de Bitlis habían sido enviados al Instituto de Medicina Forense de Estambul (ATK) y se han mantenido allí desde el 19 de diciembre de 2017.

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