'El deterioro de la libertad de expresión en Turquía es profundamente preocupante'

Se ha publicado un Memorando sobre la libertad de expresión y de los medios de comunicación, los defensores de los derechos humanos y la sociedad civil en Turquía.

“La libertad de expresión está en peligro en Turquía, donde los periodistas, los defensores de los derechos humanos y la sociedad civil operan en un entorno críticamente hostil, marcado por presiones sistemáticas y acciones legales contra ellos”, afirmó la Notaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatović, en un Memorando publicado hoy sobre la libertad de expresión y de los medios de comunicación, y la situación de los defensores de los derechos humanos y la sociedad civil en Turquía.

Dunja Mijatović señaló que el deterioro de la libertad de expresión en Turquía ha alcanzado niveles nuevos y profundamente preocupantes, caracterizados por numerosas violaciones flagrantes de las normas de derechos humanos. A medida que pasa el tiempo y las autoridades no abordan estas violaciones, el daño causado a la libertad de prensa y de expresión en Turquía deja una huella cada vez más profunda, lo que lleva a la autocensura por parte de periodistas y medios independientes. Lo mismo puede decirse del público en general, incluida la generación más joven. En definitiva, la situación ha generado un debate público empobrecido y unilateral. 

"Las acciones judiciales contra periodistas, la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos y los abogados siguen siendo la manifestación más preocupante de una presión continua y concertada ejercida en un intento deliberado de silenciar las voces críticas e impedirles que informen sobre las violaciones de derechos humanos en curso en Turquía", afirmó Dunja Mijatović y agregó “Las autoridades deberían remediar esta situación tan perjudicial y crear un entorno propicio para el ejercicio de la libertad de expresión y de los medios de comunicación y la libertad de asociación”. 

El derecho a la libertad de reunión pacífica también se ha visto gravemente socavado por prohibiciones sistemáticas, una actuación policial dura, incluido el uso excesivo de la fuerza, detenciones masivas y el uso frecuente de cargos penales contra manifestantes. Las prohibiciones se han dirigido especialmente a eventos organizados por o en apoyo de personas LGBTI, mujeres y defensores de los derechos humanos ambientales. “Las autoridades deben investigar todos los casos en los que se haya hecho uso excesivo de la fuerza contra participantes de reuniones pacíficas organizadas en los últimos años a pesar de las prohibiciones. Es particularmente lamentable que la marcha del Día Internacional de la Mujer en Estambul haya estado prohibida durante los últimos ocho años” agregó la comisionada.

Dunja Mijatović también señaló el riesgo existencial para el Estado de derecho y el respeto de todos los derechos humanos garantizados por el Convenio Europeo de Derechos Humanos planteados por problemas de larga data con respecto a la independencia e imparcialidad del poder judicial turco. 

“Para lograr un cambio significativo, es esencial que las autoridades turcas interactúen de manera constructiva con la sociedad civil, revisen y revisen las leyes restrictivas, liberen a los defensores de los derechos humanos, periodistas, activistas y otras personas encarceladas por ejercer su libertad de expresión, respeto y implementar las sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y garantizar la imparcialidad e independencia del poder judicial”, concluyó Dunja Mijatović.