'El Estado turco no cumple su propia ley'

El abogado Serdar Çelebi representa a numerosos clientes que participan en la huelga de hambre contra el aislamiento de Abdullah Öcalan en las cárceles turcas, que continúa desde finales de noviembre. El Estado no cumple su propia legislación, dijo.

El líder kurdo Abdullah Öcalan sigue aislado de la opinión pública y la huelga de hambre rotativa de los presos políticos en Turquía continúa desde hace 184 días. El abogado Serdar Çelebi habló con ANF en Amed (Diyarbakir) sobre el aislamiento del líder kurdo y las continuas huelgas de hambre.

 

Çelebi subrayó que el aislamiento conlleva graves consecuencias para Turquía: "En la época de las conversaciones entre el Estado y Öcalan, como sabemos, la situación era mucho mejor, morían muchas menos personas. El aislamiento también contradice la legislación turca. Los presos tienen derecho a ponerse en contacto con su abogado y sus familiares. El trato especial a las personas viola la constitución. Existe una clara arbitrariedad fuera del marco legal. El hecho de que incluso la última conversación telefónica [entre Öcalan y su hermano] fuera cortada ha aumentado la preocupación. Al menos debe garantizarse el contacto telefónico en cualquier circunstancia".

El aislamiento es una tortura y viola la dignidad humana

El abogado señaló que el Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa también ha transmitido al gobierno turco en varios informes que la condición de detención de Abdullah Öcalan y sus tres compañeros en Imrali es inaceptable: "El CPT ha declarado que el estado de detención es incompatible con la dignidad humana y entra en el ámbito de la tortura. Llevamos años diciendo que el Estado debe cumplir su propia legislación".

En cuanto a la huelga de hambre en las cárceles, Çelebi dijo: "Como defensores de los derechos humanos, siempre exigimos que no se haga nada que dañe el cuerpo. Sin embargo, las prisiones son el ámbito donde se producen más violaciones de los derechos humanos. Para dar a conocer estas violaciones, los presos recurren a este método. Exigen el levantamiento del aislamiento y quieren que sus voces se escuchen en el exterior. Cada vez que visitamos a clientes detenidos, nos encontramos con graves problemas. Se imponen sanciones disciplinarias, no se permite a los presos hacer llamadas telefónicas y se les niega la libertad anticipada, tal como estipula la ley. Es lamentable que la huelga de hambre se ignore en gran medida. Turquía ha tenido experiencias muy dolorosas en esta cuestión. Hay que tomar medidas inmediatas para que esto no vuelva a ocurrir".