Emine Şenyaşar, quien lleva años exigiendo justicia por el asesinato de sus hijos y su marido a manos de los guardaespaldas de un político del AKP y una turba de exaltados, se desplomó tras una crisis nerviosa y tuvo que ser hospitalizada.
Emine Şenyaşar es el espejo de la realidad kurda. El sufrimiento y el espíritu de resistencia se unen en una sola persona. Durante años, Şenyaşar ha realizado sentadas y otras formas de protesta permanente para exigir justicia para su familia.
El jueves, tras un ataque policial, Şenyaşar se desplomó y tuvo que ser hospitalizada. Cuando intentó caminar desde su protesta permanente frente al Ministerio de Justicia hasta el edificio donde se encuentra la facción del Partido DEM, la policía la detuvo. Ella inmediatamente comenzó a cantar lamentaciones por sus familiares asesinados, y de repente se desmayó. El personal parlamentario acudió en su ayuda.
Şenyaşar fue hospitalizada con una crisis nerviosa aguda. Fue dada de alta después de ser tratada con medicamentos para la presión arterial.
La masacre de la familia Şenyaşar
Diez días antes de las elecciones parlamentarias y presidenciales del 24 de junio de 2018, el candidato del AKP, Ibrahim Halil Yıldız, visitó el negocio familiar Şenyaşar en el centro de Suruç (Pirsûs) en Urfa (Riha), acompañado de guardaespaldas y familiares. Fue la segunda "visita" en pocos días. El objetivo era ejercer más presión que antes sobre la familia con el fin de obligarla a votar por el AKP. Tras una breve discusión, se produjo un tiroteo.
Las cámaras de vigilancia captaron a los compañeros armados de Yıldız atacando a la familia Şenyaşar con cuchillos, palos, pistolas y armas largas. Celal y Adil Şenyaşar, así como Mehmet Şah Yıldız, uno de los atacantes, se desplomaron en la tienda, cubiertos de sangre, con puñaladas y heridas de bala. Ferit y Fadıl Şenyaşar también resultaron heridos. Celal y Adil fueron trasladados al hospital estatal de Suruç junto con Ferit Şenyaşar. Fadıl Şenyaşar fue llevado primero al hospital Balıklıgöl de Urfa, la capital provincial, y después trasladado a un hospital de Amed (Diyarbakır).
Mehmet Şenyaşar, otro hermano que no estaba en la tienda en el momento del ataque, declaró más tarde que encontró a sus hermanos desangrados en el lugar y que fue al hospital de Suruç con Celal, Adil y Ferit inmediatamente después de que se marchara la ambulancia. Sus padres, Emine y Hacı Esvet Şenyaşar, que mientras tanto habían sido informados del ataque, corrieron a pie al mismo hospital. Pero los seguidores de Ibrahim Halil Yıldız llegaron a la clínica antes que los Şenyaşar, y Mehmet Şah Yıldız fue declarado muerto poco después. El político del AKP irrumpió entonces en la sala de urgencias, donde Celal y Adil Şenyaşar estaban siendo atendidos allí. La turba primero destruyó las cámaras de vigilancia y después asesinó brutalmente a los dos hermanos delante del personal sanitario que los atendía.
Hacı Esvet Şenyaşar, el padre, fue brutalmente asesinado, linchado delante de su mujer Emine Şenyaşar en el hospital. Tras quedar en estado crítico, acabó muriendo en el hospital al tiempo que enterraban a sus dos hijos, Celal y Adil.
Diecisiete balas sobre Adil
Durante la autopsia a Celal, el departamento de medicina forense encontró balas de al menos seis armas de fuego de diferentes calibres. Durante el examen de su hermano Adil, se encontraron cortes y puñaladas, así como golpes con objetos duros, en 14 lugares de su cuerpo. El informe afirma que Adil había sido sometido a "violencia extrema". En su cuerpo se encontraron diecisiete balas de diferentes calibres. Cinco de aquellos disparos resultaron mortales. Sólo dos de las balas no habían sido disparadas a quemarropa, sino antes en la tienda.
Mehmet Şenyaşar fue interceptado por la mafia del AKP en el vestíbulo de entrada de la clínica y arrastrado a una habitación. Allí, los agresores lo golpearon y patearon hasta que perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí en una camilla, vio cómo su hermano Ferit, que yacía junto a él, era herido con un cuchillo.
Luego, el personal y la policía llevaron a los dos heridos de gravedad a un refugio, pero la turba volvió a atacar. "Un familiar de Yıldız pateó la puerta y me disparó. Otros se volvieron hacia Ferit y lo golpearon con los puños, aunque ya estaba inconsciente. No tuve más remedio que hacerme el muerto. Los agentes de policía estaban petrificados de miedo. Tenían miedo del parlamentario y su gente", dijo más tarde Mehmet Şenyaşar en una entrevista.
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