Erkan Yıldırım: “Mi hermano Gökhan está en ayuno de muerte exigiendo un juicio justo”

Erkan Yıldırım visitó a su hermano preso Gökhan, quien está en ayuno de muerte exigiendo un juicio justo, y declaró que teme que no le quede mucho tiempo.

Gökhan Yıldırım fue detenido y condenado ilegalmente a 46 años de prisión por oponerse al tráfico de drogas que envenena a los jóvenes del barrio de Gazi, donde es residente. Actualmente, lleva 221 días en ayuno de muerte exigiendo un juicio justo.

Erkan Yıldırım, que visitó a su hermano en la prisión tipo F de Tekirdağ, ha explicado el estado crítico al que ha llegado Gökhan: “Mi hermano ya no puede caminar, lo trajeron a la visita en una silla de ruedas”. En declaraciones a ANF, el hermano Yıldırım pidió no quedarse callado ya que su hermano se está muriendo delante de todo el mundo.

Erkan dijo que visitó a Gökhan el pasado miércoles. Señaló que el estado de salud de su hermano estaba empeorando. Dijo que su hermano tenía moretones y heridas debido a las grietas vasculares en las zonas de las manos, los pies y la nariz: “Ya no puede escribir cartas debido a las heridas en sus manos. No puede dormir por la noche por el dolor de las articulaciones y ya no puede caminar sin ayuda, tiene que usar una silla de ruedas”.

Demandas legítimas”

Erkan Yıldırım señaló que a su hermano, que se está muriendo ante los ojos de todos, no le quedaba mucho tiempo, y subrayó que sus demandas deberían ser aceptadas lo antes posible. Añadió que las demandas de su hermano son las mismas demandas de Sibel Balaç, que también está en ayuno de muerte, y añadió que son demandas legítimas. “Estas son demandas que ni siquiera serían un problema en un estado de derecho democrático normal. Estas demandas son derechos adquiridos que ya existen en la Constitución. ¿Cuáles son estas demandas? Acabar con los juicios llevados a cabo sobre la única base de testigos secretos e informantes, tener un juicio justo, liberar a los presos enfermos, cancelar las sentencias dadas a los que luchan contra la corrupción, cambiar la ley de cadena perpetua agravada, eliminar la presión y las prohibiciones a los presos y presas, respetar los derechos del pueblo y sus libertades”.

Yıldırım dijo que su hermano fue detenido ilegalmente y condenado a 46 años por oponerse a las drogas y a la corrupción: “Una de las demandas de mi hermano es que se persiga a los señores de la droga, no a los que luchan contra ella”.

Señalando que Sibel Balaç ha bajado a 48 kilos y su hermano Gökhan a 42, Yıldırım dijo que el tiempo se acorta y que hay que actuar antes de que sea demasiado tarde. Haciendo hincapié en que uno de los derechos más violados en Turquía es el derecho a un juicio justo, Yıldırım señaló que las demandas de Sibel y Gökhan son en realidad las demandas de todo el pueblo, y renovó la petición de apoyo. Yıldırım dijo: “Sibel Balaç y mi hermano se derriten como copos de nieve día tras día en aras de unas demandas legítimas que pueden ser satisfechas”.