La académica Nuriye Gülmen y el profesor Semih Özakça son dos, de las decenas de miles de personas, que fueron expulsadas con un decreto estatutario, y que han estado en una huelga de hambre en el corazón de la capital turca, Ankara, para recuperar su trabajo durante los últimos 75 días. El departamento en el que se alojaban fue atacado aproximadamente a las 01.00 horas de la madrugada por la policía de operaciones especiales. Gülmen y Özakca están en libertad condicional y se registran todos los días en una comisaría de policía. La incursión ocurrió horas después de que habían firmado su parte condicional ese día.

La esposa de Semih Özakça, Esra Özakça, y sus abogados Ayşegül Çağatay y Ebru Timtik, también fueron detenidos.

Las protestas contra la incursión y la detención están creciendo. El diputado del HDP, Sırrı Süreyya Önder, y otros diputados de HDP y CHP, siguieron los acontecimientos durante la noche y visitaron Gülmen y Özakça en el centro de detención. Mientras tanto, los manifestantes comenzaron a reunirse en la calle Yüksel por la noche, y se han convocado más manifestaciones para hoy.

El abogado de Nuriye Gülmen y Semih Özakça, presidente de ÇHD (Asociación de Abogados Contemporáneos) que también fue cerrado con un Decreto Estatutario, Selçuk Kozağaçlı, informó a la prensa y al público sobre las detenciones.

Kozağaçlı anunció que Gülmen y Özakça han decidido dejar de tomar azúcar y agua también, en caso de que la detención sea prolongada. Kozağaçlı también dijo que Gülmen y Özakca habían sido "maltratados" bajo custodia, pero estaban bien.