HDP: "Los derechos más básicos de los niños están amenazados en Turquía"
"Hay que eliminar las reservas sobre los Derechos del Niño y garantizar el derecho a la educación en la lengua materna", exige el HDP
"Hay que eliminar las reservas sobre los Derechos del Niño y garantizar el derecho a la educación en la lengua materna", exige el HDP
El vicepresidente de la Comisión de Políticas Lingüísticas, Culturales, Artísticas y Educativas del HDP, Salim Kaplan, envió una carta el 20 de noviembre, Día Mundial del Niño, a varias instituciones internacionales, entre ellas el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, la Comisión de Igualdad y No Discriminación de la PACE, la UNESCO y UNICEF.
Según el HDP, el Comité de Derechos del Niño de la ONU debería asumir un deber de observador para obligar a todas las partes que firmaron la Convención a cumplir con sus responsabilidades en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en Turquía para garantizar todos los demás derechos de los niños, especialmente el derecho a la educación en su lengua materna, y aplicar las normas jurídicas universales.
La carta de Kaplan del HDP incluye lo siguiente:
"Tras la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, el 20 de noviembre se reconoce como el Día Mundial de los Derechos del Niño cada año. La Convención sobre los Derechos del Niño impone a los Estados la obligación de mejorar las condiciones de vida de los niños. Sin embargo, millones de niños privados de sus derechos en Turquía se ven obligados a vivir con problemas superiores a su edad.
Turquía viola los tres derechos más importantes que afectan a la existencia material, moral, cultural y social del niño, con tres reservas formuladas a los artículos 17, 29 y 30 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. Éstas hacen que el niño, que es un sujeto social, se vea privado de sus derechos ignorando su pasado y obstaculizando su futuro. El maltrato infantil, la discriminación y la violencia contra las niñas, el trabajo infantil, los niños refugiados, los niños discapacitados, los niños encarcelados, los niños víctimas de la guerra y de la violencia física, el aumento de la dependencia como consecuencia de las condiciones sociales y económicas, el secuestro del derecho de los niños a la educación en su lengua materna y la exposición a las políticas de asimilación tienen lugar en el informe infantil de Turquía.
Los modelos de educación multilingüe o bilingüe se desarrollan y aplican en muchos países del mundo, incluidos algunos estados autoritarios. Sin embargo, en Turquía, recibir educación en su lengua materna está estrictamente prohibido por el artículo 42 de la Constitución turca para los niños cuya lengua materna no es el turco, especialmente los niños kurdos. Además, otros grupos étnico-religiosos de Turquía se ven obligados a recibir clases de religión obligatorias y se les priva de aprender sus propias creencias. En la actualidad, millones de niños que viven en Turquía no pueden recibir educación en su lengua materna. Los niños que se ven privados de la educación en su lengua materna debido a los obstáculos legales configurados por una concepción antidemocrática contraria a la formación pedagógica, se ven a la vez desvinculados de su lengua materna y apartados de su habitus cultural.
Es fundamental impartir la educación en su lengua materna y garantizar y aplicar la igualdad de derechos y oportunidades para que los niños, que son la continuación del futuro común de la humanidad, vivan en un mundo más justo, libre, democrático y pacífico. Los derechos de los niños son también derechos humanos fundamentales. Las prácticas restrictivas y prohibitivas relativas a los derechos de los niños en Turquía demuestran que los derechos de los niños se quedan sólo en el papel. Los derechos más básicos de los niños, especialmente la educación, la vida y los derechos culturales, están amenazados.
Con motivo del 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, pensamos que el Comité de Derechos del Niño de la ONU debería asumir el deber de observador para obligar a todas las partes que firmaron la Convención a cumplir con sus responsabilidades en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en Turquía para garantizar todos los demás derechos de los niños, especialmente el derecho a la educación en su lengua materna, y aplicar las normas jurídicas universales. La aplicación de las mencionadas normas jurídicas universales por las partes sigue siendo una responsabilidad histórica del comité correspondiente de la ONU. Con motivo del día de hoy, es crucial que alienten a los países que han formulado reservas a retirarlas y que activen mecanismos de supervisión y que les recuerden el significado de cada artículo del contrato y su lugar en el desarrollo del niño".