Tras los terremotos de Maraş, surgió una reacción popular contra la indiferencia ante los niños y niñas desaparecidos y el alojamiento de algunos menores en una villa de Estambul/Beykoz, propiedad de la conocida organización islamista IHH (Fundación de Ayuda Humanitaria) por parte del Ministerio de Familia y Servicios Sociales. El destino de los niños y las niñas sigue siendo una cuestión importante, ya que se les considera uno de los grupos más vulnerables en tiempos de catástrofes.
La co-portavoz de la Comisión de la Infancia del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Nuray Türkmen, ha hablado con ANF sobre lo que se puede hacer por los niños y las niñas víctimas de los terremotos y la situación actual.
Nuray Türkmen ha denunciado que el Estado turco no comparte información y datos sobre los recientes terremotos, y que esto no tiene nada que ver con su negligente respuesta a los seísmos: "Aquí hay un trasfondo ideológico y político directo, se trata de un enfoque que considera a los niños y niñas enemigos, ignora la existencia humana y a los seres vivos".
Türkmen ha afirmado que existe una grave contaminación informativa, que está relacionada con los problemas estructurales del Estado que se remontan al periodo anterior al terremoto: "Nadie, ni siquiera las instituciones estatales, dispone de datos, cifras o información fiables. La razón principal no es que no recojamos datos o que no estemos en esas zonas. Muy al contrario, todo el mundo, salvo las instituciones gubernamentales, ha estado allí desde el primer día del terremoto. Por lo tanto, somos nosotros los que buscamos desesperadamente información fiable. Pero los organismos gubernamentales que tienen sistemas de información centralizados son los que se supone que guardan esta información. Como todas estas instituciones se corrompieron antes de los terremotos y el Estado no pudo gestionar la crisis humanitaria que siguió a los seísmos, se ha producido naturalmente una contaminación de la información. Debido a este caos, todas las declaraciones oficiales realizadas desde los primeros días del terremoto han sido contradictorias".
Trasfondo ideológico y político
Türkmen ha insistido en que existe una grave desconfianza en el Estado. Y ha continuado: "Como co-portavoz de la Comisión de la Infancia del HDP, me he ocupado personalmente de los problemas que afectan a los niños y las niñas de las regiones afectadas por el terremoto. Por ello, sabemos que la información proporcionada por el Estado es siempre contradictoria, ya que seguimos el tema desde nuestra mesa de crisis y desde el terreno. Recibí muchas preguntas sobre acogida y también sobre niños desaparecidos. Esto demuestra que las instituciones estatales no han cumplido con sus obligaciones desde el principio. Como ya he dicho, no se trata de una crisis posterior al terremoto. No es una crisis nueva en absoluto. Por esta razón, estamos intentando hacer todo lo posible para recopilar información de forma solidaria. Estamos intentando cooperar con otras instituciones que trabajan en el campo de la infancia, así como con otras organizaciones y con todos los ciudadanos sensibles sobre el terreno. Tras el terremoto, el tema de la infancia se ha convertido en una preocupación de lucha cívica".
Türkmen también ha señalado: "El Estado debería haber publicado informes diarios detallados sobre la situación de las víctimas del terremoto. Como no lo hacen, ha surgido una preocupación por la cuestión de los niños y las niñas desaparecidos. Esta preocupación pública es muy natural. Porque sabemos lo que significan los niños perdidos en la centenaria tradición estatal del país. Además, sabemos que durante los últimos 20 años, el gobierno del AKP-MHP ha introducido políticas hostiles a los niños.
El Estado no comparte ninguna información ni datos con nosotros. No creo que tenga nada que ver con su negligente respuesta a los terremotos. Aquí hay un trasfondo ideológico y político directo, se trata de un enfoque que considera a los niños enemigos, ignora la existencia humana y a los seres vivos".
Necesidades básicas de los niños y niñas
Hablando de las precauciones que deben tomarse con los niños y las niñas, Türkmen ha agregado: "Hay niños que ni siquiera pueden revelar su nombre y no pueden hablar. Durante los terremotos, lo primero que hay que hacer es comprobar la identificación. Aunque no se pudiera obtener el nombre del niño durante el proceso de identificación, ahora todo el mundo tiene un teléfono móvil y se le puede hacer una foto e identificarlo. Esto podría haberse hecho inmediatamente después de los terremotos. Luego están las necesidades básicas. Como he dicho, llevamos días en el mostrador de crisis. Hemos creado una red en la que nuestros amigos y amigas ayudan a las víctimas. También en este caso, los niños y niñas a los que ayudamos tienen necesidades alimentarias básicas. Todavía hay falta de nutrición entre ellos y esto es muy importante.
Aparte de eso, hay muchos problemas de salud. Por ejemplo, cuando un niño o niña tiene fiebre, las mujeres abandonan todo su duro trabajo y se ocupan del niño enfermo. Por lo tanto, los problemas que sufren los niños no sólo tienen que ver con ellos. La aparición de problemas de salud afecta aún más a las mujeres. Políticamente, no queremos considerar a los niños y niñas sólo como extensiones de las mujeres, pero aquí la realidad se vive de otra manera, y hay que abordar estas cuestiones conjuntamente."
Solidaridad social
Türkmen ha concluido: "Además, hace falta educación, ya que las escuelas están abiertas en otras provincias, pero cerradas en las ciudades afectadas por el terremoto. Nos resulta fácil hablar de jugar con los niños y niñas o de proporcionarles educación cuando sus necesidades básicas siguen sin estar cubiertas. En esta fase, también es necesario no tratar a los niños con un enfoque orientado al trauma. Hay una fuerte solidaridad social, que es la manera de que los niños y niñas superen el proceso con más fuerza".
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