Irán no entrega a sus familias los cuerpos de los 4 kurdos ejecutados

Después de la ejecución de cuatro kurdos, hubo duras reacciones contra el régimen iraní en el mundo.

Los presos políticos kurdos Pejman Fatehi (28 años), Mohsen Mazloum (27 años), Vafa Azarbar (26 años) y Mohammad Faramarzi (28 años) fueron ejecutados en Irán el 29 de enero tras 18 meses de prisión.

Según informes de los medios de comunicación del Kurdistán Oriental, el régimen iraní enterró los cuerpos de los kurdos ejecutados en un lugar desconocido y dijo a sus familias que no esperaran por los cuerpos.

Después de la ejecución de cuatro kurdos, hubo duras reacciones contra el régimen iraní en cuatro partes del Kurdistán y en muchos países del mundo.

Contexto

Los cuatro presos políticos se reunieron con sus familias por primera y última vez el domingo. Luego, los cuatro fueron trasladados de la prisión de Evin a la prisión de Ghezel Hesar en Karaj y ejecutados.

La ejecución estuvo precedida por una odisea de torturas y violaciones de derechos humanos. Los cuatro activistas “desaparecieron” hace un año y medio. Fueron secuestrados por el Servicio Secreto iraní en la metrópolis kurda oriental de Urmia en julio de 2022. Desde entonces, no ha habido señales de vida de ellos.

El 12 de octubre de 2022, los familiares de los secuestrados se horrorizaron al ver a los detenidos recitando “confesiones” en la televisión iraní. Los cuatro quedaron claramente marcados por la tortura. Aunque la organización Komala negó que los cuatro hombres hubieran planeado un atentado con bomba en Isfahán, que no se les encontraron armas ni explosivos y que no hubieran realizado actividades de espionaje sino que habían participado activamente en el movimiento de izquierda, fueron condenados a penas de prisión y muerte sin pruebas.

No se permitió representación legal en el proceso. Todas las apelaciones fueron rechazadas, por lo que los cuatro hombres fueron ejecutados el lunes por la mañana.

La Campaña para la Liberación de los Presos Políticos en Irán (CFPPI) expresó su profunda preocupación a la próxima visita de la Sra. Al Nashif, adjunta de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), a Irán del 3 al 5 de febrero. Varios defensores de los derechos humanos se han hecho eco de preocupaciones similares.

A pesar de las persistentes ejecuciones diarias y las bien documentadas violaciones de derechos humanos por parte del régimen islámico en Irán, esta visita corre el riesgo de legitimar inadvertidamente un régimen con un historial de crímenes contra la humanidad, afirmó el CFPPI.

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