El activista kurdo de larga data Kenan Ayaz fue arrestado el 15 de marzo en el aeropuerto de la ciudad portuaria de Larnaca en Chipre sobre la base de una solicitud de extradición alemana por presunta pertenencia al PKK, cuando estaba a punto de volar a Suecia para visitar a su familia. Desde entonces, el hombre de 49 años ha estado bajo custodia. Un tribunal chipriota accedió a la solicitud de extradición el 19 de abril. Si bien Ayaz apeló contra esta decisión, el proceso continúa. Ayaz ya ha pasado doce años en prisión en Turquía por su identidad política.
El arresto de Kenan Ayaz ha provocado protestas generalizadas entre el público chipriota. El caso también está siendo reportado en los medios. El periódico Simerini publicó un reportaje en el que Ayaz respondió preguntas mientras estaba bajo custodia de extradición en Nicosia. En el artículo, Kenan Ayaz enfatizó el "destino común" de los pueblos de Chipre y Kurdistán, estableciendo una conexión entre su extradición y las próximas elecciones en Turquía.
"Se están realizando grandes esfuerzos para que el dictador Erdogan gane las elecciones a través de mi extradición desde aquí a través de Alemania al estado turco fascista. Si el Tribunal Superior de Chipre estuviera de acuerdo con esta decisión, sería un regalo para el Erdogan fascista", aseguró Ayaz.
Al señalar que no hay una sola prueba de que haya cometido delitos penales en ningún lugar, Ayaz agregó que la orden de arresto emitida por Alemania está claramente relacionada con Turquía: "Estoy luchando por la libertad del pueblo kurdo, los pueblos de Chipre y el Medio Oriente. Todas mis actividades son legales y se llevan a cabo en público. Participo en conferencias, seminarios, eventos y programas de televisión y no en actividades de conspiración. No hay ningún acto de violencia que pueda interpretarse como una acción terrorista. Todo mi trabajo se realiza en el marco de la legislación europea.”
Ayaz señaló que “las acusaciones en mi contra en Alemania tampoco contienen alegatos de violencia. Sólo hay denuncias de asambleas, propaganda y similares. Nada de esto puede ser catalogado como un acto de terrorismo. En Turquía, fui juzgado en el caso KCK y enfrenté las mismas acusaciones. Mi participación en reuniones y conferencias se interpreta como un delito penal y el precio es años de prisión”.
“Turquía exige que Europa me extradite sobre la base de mi acusación en el juicio de KCK. Se supone que Alemania debe poner en práctica esta demanda porque el Estado turco no puede exigírselo legalmente a Chipre. Alemania me exige de Chipre y me extraditará a Turquía. De esta manera, el escenario creado terminará y el juego se completará”, concluyó Ayaz.