En el cenagal de la crisis devastadora en Siria, cada alma ha recibido su parte de sufrimiento y dolor. En otras palabras, incluso los niños estaban en el extremo receptor de esta falta de escrúpulos de la guerra por la hegemonía, y hay docenas de historias llenas de calvario y angustia que están atormentando los recuerdos de los niños, haciéndolos a niños estresados y ansiosos. La situación de los hijos de Raqqa en este aspecto no difiere de la de otros hijos de Siria.

Pero como dice un refrán: "Después de la oscuridad, hay luz", la luz que salvó a los hijos de Raqqa de la oscuridad de los bárbaros de este siglo, son los luchadores de las SDF.

Dos de esos niños, que finalmente fueron rescatados por los combatientes del SDF, hablaron a la agencia de noticias ANHA de la miseria y la aflicción que han sufrido.

Uno de esos niños es Muna El-Ismail, que fue rescatada junto con su madre de las garras de las pandillas de ISIS por los combatientes de SDF, lloró y dijo que todavía no podía creer que había llegado finalmente a una zona segura. Muna, que perdió a su padre, dijo, en lugar de ir a jugar con otros niños, de una manera adulta: "Los niños murieron delante de mis ojos. Ya no queda nadie con quien jugar".

Cuando Muna, su madre y algunas otras familias intentaron desesperadamente llegar a las zonas seguras, explotaron cinco minas terrestres, lo que provocó la muerte de todas las familias que las acompañaban. Sólo Muna y su madre lograron escapar.

Eyhem Ehmed de 15 años de edad no puede recordar por qué razón había sido tomado prisionero por las pandillas ISIS. Todo lo que él sabe es que los matones de ISIS lo tomaron cautivo sin ninguna razón y lo sometieron a la tortura constante.

En el momento en que las pandillas de ISIS barrieron a Raqqa e invadieron la ciudad, lo primero que hicieron fue tomar todas las escuelas y usarlas como su cuartel general militar.

Eyhem es uno de esos niños, que han sido privados de sus escuelas. Todavía recuerda vivamente el día en que las pandillas de ISIS los persiguieron fuera de su escuela y dijo: "ISIS atacó nuestra escuela, nos dispararon y desplegaron sus francotiradores en el techo de nuestra escuela. Sólo quedaron dos de mis amigos, pero ambos murieron luego en los bombardeos".

Eyhem enfrentaba enormes dificultades y cada día las lágrimas rodaban por sus mejillas. El bebe de 1 año, de su hermano, y su tío fueron masacrados, su hermano pisó una mina y perdió ambas piernas.

El pequeño Eyhem fue rescatado pero dejó atrás a muchos otros niños, que fueron asesinados en sus propios hogares por las cuadrillas de ISIS, y trató de llorar ensimismado para calmarse.