Las políticas del Estado turco contra los kurdos siguen poniendo obstáculos a cualquier paso que den las familias para llevarse los cuerpos de sus hijos.

La familia de Mehmet Nuri Aslan, caído en Gever en 2017, lleva cuatro años y medio sin poder recoger los restos de su hijo.

Las instituciones pertinentes no dan ninguna información sobre Aslan y la familia ni siquiera sabe si está realmente muerto, lo que aumenta el trauma.

Su hermano mayor, Muzaffer Aslan, dijo que leyó sobre la muerte de su hermano en marzo de 2017 en una de las cuentas de las redes sociales utilizadas por la gendarmería y la policía.

Muzaffer explicó que durante los últimos cuatro años y medio han preguntado a todas las agencias gubernamentales sobre el destino de Mehmet, pero sin éxito.

Expuestos a un cacheo al desnudo

Muzaffer Aslan contó que en marzo de 2017 leyó en las cuentas de las redes sociales bajo el control de la gendarmería y la policía, así como en algunos periódicos, que su hermano Mehmet Nuri Aslan había perdido la vida en los enfrentamientos entre el PKK y los soldados turcos en el distrito de Gever en Hakkari. “A pesar de ello, no hemos podido encontrar ninguna información fiable. Al ver la noticia, nos dirigimos inmediatamente a la Fiscalía de Yüksekova. Por supuesto, su actitud hacia nosotros no fue nada buena, no nos ayudaron. Nos sometieron a cacheos en varias ocasiones, incluso al desnudo. Dijeron que nos informarían después de presentar nuestra solicitud, pero aún no hemos recibido ninguna información”.

Aslan dijo que la Fiscalía de Yüksekova les dirigió a Van y Malatya, pero tampoco allí obtuvieron noticias. “No sabemos si mi hermano ha muerto o no. Tienen que decirnos dónde está nuestro Mehmet. Si hay una tumba, queremos verla, y si está en manos del Estado, queremos que lo expliquen. Ahora estamos dispuestos a todo”.

Y continuó: “La Fiscalía nos dijo que volviéramos en unos meses, pero han pasado más de 4 años y todavía nada. Mi madre, mi padre y mi familia están destrozados. Durante este tiempo, también hicimos solicitudes a la Asociación de Derechos Humanos, pero el Estado no responde a nadie. Fuimos a Malatya quizá más de 30 veces. Nos retuvieron allí durante horas, pero no nos dieron ninguna respuesta. Nuestra búsqueda continuó en Van y Amed, pero no hemos podido obtener ningún resultado”.