La huelga de hambre en Osmaniye cumple 10 días
Los presos políticos de la prisión de Osmaniye llevan 10 días en huelga de hambre contra las prácticas degradantes, racistas y arbitrarias de acoso.
Los presos políticos de la prisión de Osmaniye llevan 10 días en huelga de hambre contra las prácticas degradantes, racistas y arbitrarias de acoso.
La huelga de hambre en la cárcel de Osmaniye comenzó el 12 de noviembre. La huelga es indefinida. Los presos enviaron una carta a la rama Adana de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) explicando las razones de la protesta y los abusos a los que son sometidos.
Según la Agencia Mesopotamia (MA), la carta enviada por Hasan Muhammed Ibiş en nombre de los presos dice que éstos temen por su vida.
En su carta Ibiş señaló que los presos son sometidos a torturas y añadió que el 8 de agosto se abrieron procedimientos disciplinarios porque los presos no aceptaron la imposición de un cargo.
Las prácticas del estado de emergencia siguen aplicándose en la prisión de Osmaniye
Ibiş explicó las prácticas inhumanas a las que fueron sometidos: "Se imponen dos cargos cada día. Se abren investigaciones disciplinarias contra los presos que no se levantan para el recuento con el pretexto de que se oponen al recuento. Estas investigaciones son absolutamente arbitrarias. El director de la prisión, Hidayet Mülayim, y el director de la prisión, Şahin Ölker, apoyan personalmente estas investigaciones e imponen un insultante recuento en pie. Aunque hemos expuesto repetidamente esta cuestión al Ministerio de Justicia, a la Fiscalía, a la Asamblea y a las instituciones de derechos humanos, estas prácticas similares a las impuestas durante el estado de emergencia siguen siendo utilizadas en esta prisión".
Ibiş también denunció el enfoque racista, ideológico y aislante utilizado por la administración penitenciaria.
"Aunque no se tomó ninguna decisión formal de confiscación de libros y revistas, éstos son confiscados. El periódico Yeni Yaşam no ha sido entregado y ha sido prohibido por la administración penitenciaria. No se nos permite hablar y asistir a los talleres. Nuestras radios han sido confiscadas. En lugar de platos de metal, las comidas se sirven en platos de plástico, conocidos por ser cancerígenos. El tratamiento médico de nuestros pacientes se retrasa. Las enfermedades crónicas ocurren debido al mal trato. Estas investigaciones son todos monumentos de la falta de derechos".
Ibiş declaró que los pabellones estaban cubiertos de alambres y añadió: "Hemos iniciado una huelga de hambre para exigir el fin de todas estas prácticas".
Los presos políticos llamaron a los defensores de los derechos humanos y a la opinión pública para que mostraran sensibilidad sobre el tema.