La académico Nuriye Gülmen y el maestro Semih Özakça son dos de las decenas de miles de personas que fueron expulsadas de sus traajos con un Decreto Estatutario, después del intento de golpe del año pasado. Gülmen y Özakça realizaban una manifestación de vigilia diaria en la calle Yüksel, en el corazón de la capital turca, Ankara, contra su expulsión por un Decreto Legislativo, y más tarde iniciaron una huelga de hambre para recuperar sus empleos en marzo. Ambos educadores fueron encarcelados a fines de mayo, cuando continúan con su huelga de hambre en prisión. Su huelga de hambre continúa el día 268.

La maestra Acun Karadağ, quien también fue despedida por un Decreto Legislativo, también comenzó una protesta frente a la escuela donde había trabajado durante 10 años. Fue continuamente sometida a la represión policial y cayó enferma durante uno de los ataques de las fuerzas policiales. Karadağ luego se sometió a una cirugía de corazón y tenía un marcapasos cardíaco. Después de un mes de lucha por su vida, la maestra comenzó a unirse a la manifestación para Nuriye y Semih en la céntrica Yüksel Street de Ankara. Más recientemente, fue sentenciada a arresto domiciliario.

La sexta audiencia en el caso contra tres educadores despedidos continuó en un tribunal de Ankara el viernes. Semih Özakça y Acun Karadağ asistieron personalmente a la audiencia, mientras que Nuriye Gülmen, que se encuentra en el hospital por un tiempo, asistió a través del sistema de videoconferencia.

Al anunciar el veredicto en el caso, el tribunal condenó a Nuriye Gülmen a 6 años y 3 meses de prisión por "pertenencia a una organización ilegal" mientras también se dictaminaba su liberación, mientras que Semih Özakça y Acun Karadağ fueron absueltos.