La vida de un preso gravemente enfermo corre peligro

El preso político Rıdvan Yusufoğlu, gravemente enfermo, no recibe medicamentos ni es trasladado a un lugar mejor equipado.

El preso político Rıdvan Yusufoğlu fue condenado a cadena perpetua a los 16 años por “perturbar la unidad e integridad del Estado”. Lleva ya 29 años en prisión. Las severas condiciones de la prisión han hecho que Yusufoğlu enferme. Encarcelado en la prisión tipo L de Patnos, en la provincia de Ağrı, el preso sufre constantes hemorragias estomacales e intestinales. Se le diagnosticó la enfermedad intestinal crónica de colitis ulcerosa hace 17 años. Yusufoğlu también padece varices, una hernia discal, apnea del sueño y problemas renales. Sin embargo, no recibe ninguna medicación.

En particular, el hecho de que no le entreguen Salofalk, un antiinflamatorio, es extremadamente estresante para Yusufoğlu. No le administran el medicamento con el argumento de que sólo se vende en las grandes ciudades. Las solicitudes de traslado a Van o Amed (Diyarbakır) aún no han recibido respuesta. A pesar de que la hemorragia aumenta cada día, no recibe tratamiento. El argumento es que no hay departamento de gastroenterología en Ağrı.

A través de su abogado, Yusufoğlu dijo: “No puedo ir a la enfermería por la pandemia. Cada vez que voy a la sala, las autoridades me aíslan en cuarentena durante 14 días. Pero las hemorragias no cesan. Mi enfermedad es crónica y pone en peligro mi vida. Por lo tanto, mis tratamientos y exámenes deben realizarse lo antes posible. Pero en Patnos no hay posibilidad de hacerlo”.