El comité de presos del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y del PAJK (Partido de las Mujeres Libres del Kurdistán) llama a acciones masivas debido a la situación en las cárceles, afirmando que el fascismo turco está a la defensiva contra las luchas sociales, políticas y militares y que ahora intenta vengarse de los presos.

Señalando que toda la política penitenciaria está orientada a la tortura y al asesinato, la declaración del comité de presos del PKK y del PAJK dice: "La administración penitenciaria racista, fascista y hostil a los kurdos y el personal, compuesto por cuadros del AKP y del MHP, han creado un sistema integral de tortura y asesinato. Decenas de miles de nuestros compañeros son torturados cada día y asesinados uno a uno".

"Los asesinatos de presos se han convertido en una política diaria"

Mientras tanto, hay noticias casi diarias de nuevas muertes en las prisiones. "Antes había noticias de esos asesinatos varias veces al año. Sin embargo, bajo el fascismo del AKP/MHP, estos asesinatos se han convertido en una política diaria. El enemigo quiere normalizar estos asesinatos convirtiéndolos en algo habitual y generalizado", dijo el comité y llamó a la gente de fuera a rebelarse contra esto, diciendo que sólo cumpliendo con este "deber patriótico, democrático y humanista" se puede poner fin a los asesinatos.

"Es una deuda de honor proteger a los presos"

El comité advirtió que en la situación actual ningún preso político está a salvo de su vida, por lo que nadie debe quedarse callado y deben realizarse acciones masivas en todas partes: "Las familias de los presos y nuestro pueblo patriótico, todos los círculos e instituciones democráticas deben saber que es una deuda de honor proteger a los presos y traducir su ira contra el fascismo en acciones sobre el terreno". Al mismo tiempo, el comité pidió que se ampliaran las "acciones de venganza y castigo" contra el personal penitenciario para demostrar a los autores que no se saldrán con la suya.

El comité recordó al preso político Ibrahim Yıldırim, de 68 años, que murió el 14 de agosto de 2022, diez días antes de su puesta en libertad, a causa de su enfermedad, que había sido tratada inadecuadamente en prisión. Yıldırım había sido capturado en 2011 en el marco de las "operaciones KCK" y había estado detenido desde entonces. Llevaba cinco años con certificados de incapacidad debido a una grave enfermedad de cáncer. Sin embargo, Yıldırım seguía sin ser liberado. Por ello, el Comité de Prisiones del PKK y del PAJK clasificó la muerte de Yıldırım como "asesinato" y declaró: "Sobre esta base, conmemoramos con respeto y gratitud a todos nuestros prisioneros caídos en la persona de nuestros camaradas Ibrahim Yıldırım, asesinado en la prisión de Elazığ el 14 de agosto, y Mehmet Canpolat, asesinado en la prisión de Giresun el 15 de agosto. Ofrecemos nuestras condolencias a las familias de estos compañeros, a todos los amigos encarcelados y a nuestro pueblo, y reafirmamos nuestro compromiso de llevar su memoria hasta la victoria y tomar venganza."