La iniciativa Madres de los Sábados ha pedido al gobierno turco que aclare el destino de Recep Diker. El hombre kurdo del pueblo de Kayadere en el distrito de Silvan de Amed (Diyarbakır) tenía 29 años cuando fue visto por última vez con vida en Amed el 14 de septiembre de 1994. Era la época en que los escuadrones de la muerte de la gendarmería turca -responsable de la "recopilación de información y la lucha contra el terrorismo", o JITEM para abreviar- y el grupo islamista radical Hezbullah dominaban la vida y la muerte en las regiones kurdas y hacían desaparecer a miles de personas.

"Sólo queremos un hueso o la ropa que llevaba Recep ese día para ponerlo en una tumba donde podamos llorar", dijo el hijo de Diker, Mahsum Diker, en la 848ª Vigilia de las Madres de los Sábados celebrada hoy. "La esperanza de que pueda seguir vivo es algo que no tenemos desde hace mucho tiempo". Mahsum Diker tenía cuatro años cuando su padre desapareció hace 27 años, de camino a la cafetería que regentaba su hermano en Amed. Recep Diker había huido allí porque ya no podía soportar la presión del Estado en Silvan. Él y otros residentes se habían negado a unirse al sistema de guardia del pueblo. Como resultado, el pueblo de Kayadere fue asaltado varias veces antes de ser finalmente borrado del mapa. Estas incursiones fueron acompañadas de los más graves crímenes contra los derechos humanos del pueblo.