Makbule Özer, de 82 años, en libertad tras 254 días de cárcel
La presa enferma Makbule Özer fue puesta en libertad tras cumplir su condena de 254 días.
La presa enferma Makbule Özer fue puesta en libertad tras cumplir su condena de 254 días.
Makbule Özer, de 82 años, fue detenida el 9 de mayo de 2022, acusada de «ayudar a una organización» en el distrito de Edremit (Artemêt) de Van (Wan) y puesta en libertad el 7 de septiembre de ese año, sólo para ser detenida de nuevo unos meses más tarde, después de que el Instituto de Medicina Legal (ATK) informara de que «podía permanecer en prisión.»
La enferma fue puesta en libertad tras cumplir su condena de 254 días.
Antecedentes
Makbule Özer fue detenida el año pasado junto con su marido Hadi Özer por «apoyo al terrorismo». La pareja fue condenada a más de dos años de prisión. En el caso de Makbule Özer, la sentencia se suspendió durante un año debido a su mal estado de salud.
El 23 de julio de 2018, unidades antiterroristas de la policía turca asaltaron la casa de Makbule y Hadi Özer en Edremit. En ese momento se encontraban allí 17 personas, entre ellas cuatro menores. La pareja de ancianos, tres familiares y un conocido fueron aterrorizados, insultados, golpeados y amenazados por los agentes durante unas tres horas.
A continuación fueron detenidos e interrogados bajo custodia policial durante dos días. El traslado a la fiscalía responsable tuvo lugar el 26 de julio. Şükran Yıldız, que estaba visitando a los Özer el día de la redada, fue detenido por presunta pertenencia al PKK. Makbule, Hadi, Medeni, Übeydullah y Emrullah Özer fueron puestos en libertad.
El trasfondo de la redada fue un incidente ocurrido una buena semana antes en el distrito de Rêya Armûşê (Ipekyolu), a 45 kilómetros al noreste. En la noche del 15 de julio de 2018, unidades paramilitares especiales de la policía turca llevaron a cabo una operación en una casa de la calle Yalım Erez.
Dos miembros de las YPS (Unidades de Defensa Civil) se habían atrincherado allí. Sólo más tarde se supo que eran Metin Ünalmış (Numan Serhat) y Bilal Şimşek (Serhıldan Ararat). Ambos combatientes libraron inicialmente una batalla con las unidades operativas. Tras el suceso la SPJ dio el nombre de dos policías muertos y seis heridos. Por su parte, el gobernador turco sólo habló de tres agentes heridos y admitió que sólo murieron las dos personas «que prepararon una acción ilegal».
Las organizaciones de derechos humanos expresaron la sospecha de que Metin Ünalmış y Bilal Şimşek pudieran haber sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales cuando se les acabó la munición. Esa misma noche se practicaron varias detenciones.