Las presas en la prisión cerrada para mujeres tipo L de Bakirkoy dijeron que se les niega su derecho a la salud y al tratamiento médico.

Las prisioneras dijeron que fueron obligadas a someterse a controles médicos esposadas.

En una carta enviada a través de sus familias, las prisioneras denunciaron que a sus camaradas que sufren graves problemas de salud "se les impide recibir tratamiento".

En particular, las prisioneras denunciaron la situación de sus camaradas que padecen hepatitis B y enfermedades crónicas que deben ser controladas regularmente, pero de hecho no lo son.
 
Las mujeres dijeron: "Nos mantienen esposadas y no se nos permite tener una relación médico-paciente adecuada".

Las presas pidieron a las instituciones de derechos humanos que actúen y denuncien los procedimientos y decisiones ilegales a los que están sujetas.

"Queremos que las instituciones de derechos humanos escuchen nuestra voz - dijeron las prisioneras en su carta-  "no aceptamos este tipo de violaciones".