La Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi se dirigió el jueves a la Comisión Permanente de Derechos Humanos del Parlamento italiano.
La sesión “Investigación para determinar los hechos sobre la promoción y protección de los derechos humanos”, presidida por la Honorable Laura Boldrini, se centró en los derechos humanos en Irán.
Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz, periodista, escritora y destacada activista de los derechos humanos y de las mujeres, pronunció un discurso, transmitido de manera virtual ante el Parlamento italiano. Actualmente se encuentra encarcelada en la prisión de Evin, se encuentra en libertad provisional con una sentencia suspendida, pero pronto deberá regresar a prisión.
El 4 de septiembre de 2024, Mohammadi recibió una suspensión de la pena por necesidades médicas urgentes tras negársele tratamiento durante un período prolongado de tiempo. La suspensión finalizó el 25 de diciembre y se esperaba que regresara a prisión. Sin embargo, el 28 de diciembre, su abogado presentó una solicitud de prórroga a la Organización de Medicina Legal, respaldada por informes médicos. La solicitud fue aprobada el 31 de diciembre y enviada a la fiscalía para una decisión final. Mientras tanto, Mohammadi permaneció fuera de prisión en un acto de desobediencia civil, rechazando la legitimidad del poder judicial de Irán.
Narges Mohammadi ha sido detenida y encarcelada muchas veces en Irán y ha pasado un total de 10 años tras las rejas, incluidos 135 días en régimen de aislamiento. Si regresa a prisión, se enfrenta a otros 11 años de prisión.
En sus comentarios, Mohammadi destacó la necesidad de poner fin al apartheid de género, pidió el fin de las ejecuciones en Irán y enfatizó la lucha en curso por los derechos humanos y los derechos de las mujeres en el país.
También abordó la transición de Irán de la tiranía religiosa a la democracia y los desafíos que enfrenta el país en ese camino. Destacó los casos de tres activistas que actualmente enfrentan la ejecución en Irán —Varisheh Moradi, Pakhshan Azizi y Sharifeh Mohammadi— e instó al Parlamento italiano a adoptar una postura firme contra el gobierno iraní. Pidió a las y los legisladores italianos que prioricen los derechos humanos en todas las negociaciones con Irán, coloquen la lucha contra el apartheid de género en lo más alto de su agenda y trabajen para poner fin a las ejecuciones, al tiempo que amplifican las voces del pueblo iraní.
Narges Mohammadi, en respuesta a las afirmaciones de la República Islámica sobre la ausencia de acoso sexual y represión a las mujeres en el movimiento “Mujer, Vida, Libertad”, que presentaron a representantes italianos, declaró: “Estoy dispuesta a testificar ante cualquier tribunal sobre casos de acoso sexual y violación contra mujeres. He presenciado numerosos casos de esa violencia y tengo muchos testimonios de mujeres sobre los que puedo testificar. Considero que estas afirmaciones del régimen iraní son mentiras y engaños, y declaro abiertamente que la República Islámica utiliza sistemáticamente la violación y el abuso sexual como herramientas para reprimir a las mujeres”.
El discurso de introducción de Narges Mohammadi ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos – Investigación de hechos sobre la promoción y protección de los derechos humanos – Audiencia dice lo siguiente:
“Honorables miembros del Parlamento italiano,
Me alegra mucho tener la oportunidad de hablar hoy entre ustedes, representantes electos del pueblo italiano.
Les hablo en un momento en que la sociedad iraní atraviesa días difíciles y turbulentos, llenos de protestas. Estudiantes universitarios, mujeres, jóvenes, profesores, trabajadores, jubilados y diversos sectores de la población salen a las calles todos los días para manifestarse, hacer huelga y protestar contra la República Islámica.
Las condiciones económicas y de vida de la población empeoran día a día. La pobreza, el desempleo y la inflación han alimentado la ira de la población. El medio ambiente del país corre el riesgo de ser destruido y el régimen responde a estas protestas con asesinatos en las calles, ejecuciones, violencia, arrestos, encarcelamientos y juicios ilegales. Mientras tanto, las crisis económicas y sociales son el resultado directo de las políticas del régimen y de la corrupción sistemática.
La República Islámica es, en esencia, un régimen irresponsable, incapaz de defender la democracia, la libertad y la igualdad. Es un régimen irreformable y, además, ineficaz.
En esta situación, el pueblo iraní, basándose en sus experiencias históricas y en la incansable lucha de sus activistas durante los últimos 46 años, ahora busca una transición de la tiranía a la democracia, es decir, el fin de la República Islámica, porque este régimen es la encarnación de la dictadura y uno de los principales obstáculos que impiden al pueblo alcanzar la democracia.
Es fundamental destacar que este cambio fundamental en Irán se basa en la voluntad, la conciencia y las demandas del pueblo iraní. La transición desde la República Islámica tiene como objetivo establecer una estructura democrática y secular en la que se garanticen los derechos humanos y los derechos de las mujeres, y en la que la sociedad civil sirva de base para la participación y el empoderamiento públicos.
Honorables Miembros,
Ustedes son los representantes del pueblo italiano. Les declaro que la República Islámica no representa ni refleja la voluntad del pueblo iraní, ya que en Irán no hay elecciones libres y justas y las instituciones poderosas y decisorias del país son fundamentalmente designadas, no elegidas.
Ustedes han sido testigos del gran levantamiento de hombres y mujeres en el magnífico movimiento Jina, el movimiento “Mujer, Vida, Libertad”. Las mujeres de esta tierra sufren una opresión, represión y discriminación sistemáticas bajo este régimen. Les pido a ustedes, honorables representantes de Italia, que se unan a las mujeres de Irán y Afganistán contra el apartheid de género. Esta lucha es difícil, agotadora y costosa para las mujeres y para la sociedad iraní. Necesitamos voluntad y determinación globales para poner fin al apartheid de género.
Nosotros, el pueblo iraní, luchamos por construir un país que contribuya a una paz duradera en el mundo, un país donde su gente viva en condiciones de seguridad, prosperidad y desarrollo sostenible, disfrute de una vida digna y humana y trabaje por la seguridad regional y mundial. Un país donde las mujeres gocen de dignidad y de derechos humanos y donde los jóvenes piensen en la vida en lugar de en la muerte.
El camino que tenemos por delante es difícil, pero nos lleva a un futuro brillante y esperanzador. Nuestra victoria es segura, aunque no será fácil.
Les insto a que apoyen al pueblo de Irán.
Respete su voluntad y sus demandas y ofrézcales su apoyo.
Con esperanza de victoria.
“Mujer, Vida, Libertad.”