El preso político kurdo Cebrail Vural fue puesto en libertad tras 30 años de cárcel. El preso kurdo tenía 20 años cuando fue detenido en la provincia de Mardin y condenado a cadena perpetua por el Tribunal de Seguridad del Estado (DGM) turco por "atentar contra la unidad y la integridad del Estado". Sufrió torturas y malos tratos durante los 30 años que pasó en cautividad y contrajo varias enfermedades graves.

Al salir de prisión, Cebrail Vural declaró: "Soñamos con que los kurdos estén unidos en una vida libre e igualitaria. Estos sueños no son imposibles ni irrealizables. En este sentido, mi lucha continuará hasta el final".

Tortura durante 70 días

La familia Vural, que sufrió su parte de la opresión de los años 90, vivía en el pueblo de Siyamed (Akça), en el distrito de Derik de Mardin, y en la aldea de Bozbayır. La opresión del Estado y de los guardias del pueblo fue tan intensa que los dos hijos y los dos sobrinos del tío de Cebrail Vural fueron asesinados por el Estado turco. Sus casas y aldeas fueron incendiadas, y la familia tuvo que refugiarse en el distrito de Viranşehir, en Urfa, donde continuó la presión estatal.

En marzo de 1994, la policía registró su domicilio en Viranşehir y Cebrail Vural fue detenido. Durante el estado de excepción (OHAL), Cebrail permaneció detenido 70 días. La familia no tuvo noticias de Cebrail, que fue sometido a graves torturas durante 70 días y condenado a cadena perpetua. Bajo tortura, perdió peso. En algún momento sólo pesó 55 kilos, demasiado poco para un hombre de 1,90 metros de estatura.