Los presos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y del Partido de las Mujeres Libres del Kurdistán (PAJK) han emitido un comunicado en el que protestan por las recientes imposiciones a las que son sometidos los presos políticos en Turquía. Según la declaración, los presos han sido sometidos recientemente a una mayor presión para que hagan confesiones en virtud de la "ley de arrepentimiento". Esta acción tiene lugar en paralelo a la huelga de hambre alterna lanzada a finales de noviembre de 2020 contra el aislamiento de Abdullah Öcalan y las condiciones carcelarias en más de 150 prisiones.
En la carta, escrita por Isyan Kaya, los presos del PKK y del PAJK exigen el fin inmediato de esta "iniciativa para privar a los presos de su identidad política". La carta dice: "Se está aplicando una política de confesiones forzadas y se está amenazando a los presos con que, de lo contrario, se prolongará el tiempo que les queda por cumplir en prisión y se les revocará la libertad condicional".
Kaya señaló que los presos políticos en Turquía han recibido durante mucho tiempo un trato desigual e injusto. Según la Ley nº 30 de la Ley Antiterrorista Turca (TMK), se ha creado un órgano formado por médicos, profesores, técnicos, directores y guardias, dijo Kaya y continuó: "La tarea de este órgano va más allá de las leyes y del veredicto del tribunal porque este órgano tiene el poder de decidir si un preso puede ser liberado o no, si la remisión de un preso puede ser revocada o no, si se toma la decisión de prolongar la pena de prisión o no."
Salas especiales para interrogar a los presos
Según Kaya, en las audiencias se hacen preguntas a los presos políticos como: "¿Qué piensa usted del PKK y de Abdullah Öcalan? ¿Qué harás si te liberan?". El objetivo de estas audiencias es presionar a los presos para que se arrepientan de sus acciones políticas pasadas.
"Hay salas especiales donde llevan a los presos para interrogarlos", escribió Isyan Kaya. A los presos se les obliga habitualmente a "arrepentirse" y a hacer confesiones para que también sean liberados después de cumplir sus condenas habituales.
"No nos arrepentiremos"
Kaya se refirió a la resistencia en el calabozo de Amed tras el golpe militar de 1980 y declaró: "Estamos siguiendo los pasos de estas heroínas y héroes, y somos sus sucesores. Nunca permitiremos que el fascismo domine nuestros valores vitales. Continuaremos con honor y llevaremos nuestros logros al siguiente nivel con nuestra resistencia". Como prisioneros del PKK y del PAJK, no aceptaremos estas prácticas ilegales. No responderemos a estas cuestiones ilegales y no nos arrepentiremos. Hacemos un llamamiento a todos para defender nuestra dignidad y nuestros derechos humanos. Declaramos que nos resistiremos a estas aplicaciones y derrotaremos al fascismo".