Las violaciones de derechos humanos contra los prisioneros políticos de la Prisión de Bolu Tipo F han salido a la luz. Los prisioneros, escribiendo sobre sus experiencias, dijeron que Nurullah Semo había estado solo en una habitación durante dos años y que se exponía todas las mañanas, durante el recuento, a insultos y amenazas.

Los presos llamaron a la Asociación Médica Turca (TTB) y dijeron: "los prisioneros deben tener acceso a la enfermería cuando lo necesiten y no como sucede después de semanas de dolor. Los médicos no deben mirar nuestros archivos y mirarnos con odio por el caso en el que estamos siendo juzgados".

Los prisioneros observaron que sus cartas se perdían sistemáticamente y que los paquetes procedentes de sus familias se abrían y destruían. "Nuestras cartas se pierden deliberadamente. Solíamos pensar que no había ningún problema y que era posibleque una carta se perdiera una vez al mes. Pero ahora es sistemático: las cartas se pierden constantemente. Nuestras failias nos nevían paquetes y no sabemos nada de ellos. No sabemos quién los abres, pero cuando llegan, lo hacen rotos y destrozados".

Los presos también se quejaron de que los deportes y las visitas se habían acortado y añadieron que no tenían actividades organizadas en la prisión.