A pesar de la persecución masiva, Alemania deporta regularmente a personas a Turquía. Según las primeras estimaciones, las cifras han aumentado considerablemente en el último año. Pero más allá de las deportaciones, los afectados y las afectadas corren peligro por los datos que transmiten las autoridades alemanas. Según declaraciones de funcionarios al diario Die Welt, las autoridades turcas suelen exigir amplia información sobre los nacionales que van a ser deportados para expedir los documentos de viaje necesarios para la deportación. Entre esta información se encuentra la decisión completa de la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) y, en caso necesario, la correspondiente resolución judicial. Se trata de datos muy sensibles que contienen declaraciones cruciales realizadas en el procedimiento de asilo.

Espero de todo corazón que la decisión de transmitir o no información sensible no esté sujeta a la discreción personal de funcionarios individuales.

Esta información llevó a Clara-Anne Bünger (Die Linke) a preguntar al gobierno federal, cuya respuesta confirma que las autoridades turcas reciben regularmente información amplia y a veces muy sensible. El Gobierno federal confirmó también que transmite información sensible como el motivo de la deportación, las fechas de la primera entrada en Alemania y de la decisión sobre la obligación de abandonar el país o la amenaza de deportación, los datos sobre la fuerza legal y definitiva de la decisión sobre la obligación de abandonar el país y la información sobre el agotamiento de los recursos legales.

Sobre esto, Bünger denunció: "La información mencionada sólo se refiere a la relación entre la persona obligada a abandonar el país y la República Federal de Alemania; no existe base jurídica alguna para transmitirla a las autoridades turcas".

El gobierno federal, por su parte, dijo que las autoridades turcas "generalmente" no exigen las sentencias judiciales, confirmando así que las autoridades turcas sí exigen estas sentencias en casos individuales.

"Espero de todo corazón que la decisión de transmitir o no información sensible no esté sujeta a la discreción personal de funcionarios individuales. El gobierno federal y los gobiernos de los Estados federados deben asegurarse de que las autoridades responsables tengan claro que la información sensible del procedimiento de asilo no debe caer en manos de posibles Estados perseguidores", puntualizó Bünger.