Turquía encarcela a 2 defensores de los derechos humanos más

De los cuatro defensores de los derechos humanos que fueron detenidos recientemente y puestos en libertad 12 días después, Nalan Erkem y İlknur Üstün han sido encarceladas por el Estado turco.

Turquía había detenido a ocho defensores de los derechos humanos, y a dos entrenadores internacionales, en una reunión que celebraron en las islas del Príncipe el 5 de julio. Los detenidos fueron remitidos a los tribunales 12 días después de su detención, quedando 6 de ellos detenidos bajo la acusación de "Ayudar a una organización terrorista". Los activistas encarcelados son la directora de Amnistía Internacional, Idil Eser, Ali Gharawi de Suecia, Peter Steudtner de Alemania, Veli Acu y Günal Kurşun, de la Asociación de Agenda de Derechos Humanos, y Özlem Dalkiran, de la Asamblea de Ciudadanos.

El pasado viernes, el Fiscal General de Estambul emitió una orden de arresto contra los otros cuatro activistas de derechos humanos que fueron puestos en libertad bajo fianza; Nalan Erkem de la Asamblea de Ciudadanos, Şeyhmus Özbekli de la Iniciativa de Derechos, Nejat Taştan de la Asociación de Igualdad de Ver Derechos e İlknur Üstün de la Coalición de Mujeres.

Nalan Erkem fue detenida de su casa en Estambul el viernes por la noche, y İlknur Üstün de su casa en Ankara el sábado. Ambas han sido recluidas bajo custodia y enviadas a prisión el domingo.

En una declaración sobre las órdenes de detención contra cuatro defensores de los derechos humanos el sábado, John Dalhuisen, Director de Amnistía Internacional para Europa, dijo: "Con este paso cruel y retrógrado, Turquía ha subrayado su creciente reputación como un carcelero indiscriminado de activistas de la sociedad civil y un extraño al imperio de la ley".

"Estas cuatro personas nunca deberían haber sido detenidas en primer lugar. Habiendo aguantado doce días trás las rejas, se ven obligados a revivir el calvario una vez más. En lugar de abandonar la investigación sin fundamento, las autoridades turcas han elevado su absurdo a nuevas alturas", dijo John Dalhuisen.