La situación de los presos políticos en las cárceles turcas es dramática. Muchos de ellos salen de prisión muertos o al borde de la muerte. De hecho, incluso después de cumplir su condena muchas veces no son puestos en libertad porque, según las autoridades, “carecen de remordimientos”. Una forma más que tiene el Estado turco de imponerse ideológicamente.

Además, el Instituto de Medicina Forense declara que los presos que ya no pueden valerse por sí mismos son aptos para permanecer en prisión, condenándolos así a una muerte lenta bajo custodia.

Desde ANF hemos hablado con la abogada Newroz Uysal Aslan, diputada del Partido de la Democracia (DEM), sobre la lucha de su partido por los presos. "Estamos tratando de alzar nuestra voz contra lo que está sucediendo en las cárceles para que sea audible y al mismo tiempo desarrollar una línea de batalla", dijo.

La parlamentaria subrayó que es completamente arbitrario qué se considera delito según el código penal y qué no. La duración de la detención es igualmente arbitraria. Ante esta situación de los presos, la parlamentario afirmó que “la prisión en sí no es un lugar donde se determina la política. Sin embargo, podemos observar que la actitud de los prisioneros, sus formas de resistencia a las circunstancias en las que se encuentran y su actitud hacia ellos, al mismo tiempo crea una nueva política”.

Uysal continuó: “Así como el arresto y la detención de miles de personas y la amenaza [del gobierno] a la sociedad a través del poder judicial son en sí mismos una expresión de una guerra para quebrar la voluntad social, también lo son las prácticas posteriores al encarcelamiento. Lo que ocurre en las cárceles equivale, en el sentido jurídico, a represión, malos tratos y tortura. Políticamente hablando, su objetivo es quebrar a aquellas personas cuya voluntad no pudieron quebrar afuera. También es un mensaje para la gente de afuera que está comprometida con la lucha de los prisioneros. El Estado tiene una política muy específica sobre quién recibe qué mensaje. Cualquiera que luche se enfrenta a una política estatal de muerte y matanza”.

Uysal subrayó que las penas impuestas a los presos políticos son muy altas y las condiciones carcelarias brutales. Y continuó: “Sobre todo, la falta de acceso a la atención médica para los presos enfermos es una violación del derecho a la vida. La falta de acceso a la atención médica es el resultado de una política de muerte y asesinato. Nosotros y nosotras, como políticos del DEM, estamos tratando de dar voz [a quienes están en prisión] y desarrollar una línea de batalla contra esta política. Por eso seguiremos luchando por la liberación de los presos y las presas enfermos”.

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