Tras la aprobación de una prohibición de señales y rótulos bilingües a principios de año, Clare Duffy solicitó el inicio de los procedimientos de una revisión judicial de la prohibición, aduciendo que la nueva política discriminaba en base a la religión, la opinión política y la identidad cultural.
La reciente decisión del tribunal afirma que dicha prohibición es discriminatoria contra la comunidad de habla irlandesa y por tanto ha dado la razón a Clare Duffy, una vecina de los condados en los que se iba a aplicar.
Clare Duffy ha dicho que el resultado final de los procedimientos de revisión ha reivindicado su impugnación contra la que ella misma describió como una política ‘estilo Trump’. El Consejo, de mayoría unionista abrumadora, había sostenido que la política no era una “prohibición en absoluto” al idioma irlandés, pero tras la decisión del tribunal una nueva ley será elaborada para sustituir la anterior política.
Durante los procedimientos de revisión, el representante de Clare Duffy, Barry McDonald, afirmó que “la política ha sido anulada en base a los procedimientos”.
La consejera del Sinn Fein, Anne Marie Logue, también ha recibido con satisfacción la decisión: “Quiero felicitar a la comunidad de habla irlandesa por su campaña y por haber conseguido retirar esta discriminatoria política sobre las señales y rótulos ‘Solo en inglés’”.
“Antrim y Newtownabbey, en contra de todos los otros Consejos del norte, han ignorado la legislación sobre igualdad, en una clara afrenta a los derechos de los ciudadanos y los principios de paridad y respeto mutuo establecidos por los Acuerdos de Viernes Santo. Existe una fuerte y dinámica comunidad de habla irlandesa y en Antrim del Sur, la lengua está vida y se debe permitir que florezca y crezca, y las señales y los rótulos son una parte integral de la expresión pública de la lengua”.
Anne Marie Logue manifestó que “los hablantes de irlandés tienen el derecho de que su lengua y cultura sean reconocidos y de tener estos derechos protegidos por la ley.”
Asimismo considero que “La victoria en el Alto Tribunal subrayan la falta de respeto mostrada hacia la identidad irlandesa y ponen el foco sobre la necesidad de que la Acht na Gaeilge (Ley de la Lengua Irlandesa) garantice la protección que requiere la lengua”.