Saliha Roj, una de las internas del campamento, dijo que en la sociedad, las mujeres están confinadas al papel de cuidar a los niños y viven en "honor" por la mentalidad masculina. "Las mujeres no son niñeras y el honor. Las mujeres constituyen la mitad de este mundo y crean la otra mitad. El honor para nosotros significa libertad. Nunca aceptaremos el asesinato de mujeres y lucharemos por la libertad de las mujeres hasta el final."

Afirmando que el asesinato de una mujer no es más que una brutalidad, uno de los residentes del campamento, Nurşen señaló que "cada día en el mundo, decenas de mujeres son asesinadas por hombres con distintas excusas. No aceptaremos la masacre de mujeres, no las aceptaremos como algo normal. El asesinato de una mujer es el asesinato de la vida".

Después de los discursos, cientos de personas marcharon hacia el lugar donde Evin fue asesinada. Se encendieron velas y se dejaron claveles.

La conmemoración terminó con el lema "Jin, Jiyan, Azadi".

Evin Ekrem Ali, madre de 4 hijos, había llegado a Grecia hacía unos 2 años. Fue asesinada por su marido Behzat Ali en el piso superior de la estación de policía utilizada por los refugiados en la ciudad de Lavrio.