El político de ultraderecha Matteo Salvini ha recibido un duro golpe en la región de Emilia-Romagna, que tiene una profunda tradición de votar a los partidos comunistas y de izquierda.

Salvini había apostado por hacerse con el baluarte de la izquierda como una última puñalada a la incapacidad de hacer un frente unido para vencer a la amenaza de la ultraderecha. Sin embargo, el pueblo de Emilia Romagna respondió en masa y dejó a Salvini sin su ansiada victoria. 

El candidato de centro-izquierda, Stefano Bonaccini, ha vencido a su rival de centro-derecha, Lucía Borgonzoni, por un margen de unos ocho puntos porcentuales.

"Hoy Matteo Salvini ha perdido las elecciones", dijo Nicola Zingaretti, líder del Partido Demócrata, agradeciendo al movimiento de las "Sardinas" por la victoria.

Salvini, que habitualmente despliega un alto grado de arrogancia, sonó esta vez desinflado en una conferencia de prensa nocturna, diciendo estar orgulloso de la actuación de su partido e insistiendo en que trabajaría "el doble de duro" de cara al futuro.

Calabria en manos de la derecha

El candidato respaldado por el Salvini obtuvo la victoria en la región sur de Calabria a pesar de que, durante décadas, el partido de Salvini, antes conocido como la Liga Norte, vilipendiaba las regiones del sur como perezosas sanguijuelas de los ricos y trabajadores del norte.

Sin embargo, desde que adoptó un mensaje nacionalista y una estrategia nacional, Salvini ha realizado una vigorosa campaña en el sur.