Consejo del Campamento de Makhmur pide fin del embargo

El Consejo del Campamento de Makhmur pidió al KRG que detenga de inmediato todas las restricciones de movimiento para los residentes del campamento y visitantes, y a las autoridades del KRG que detengan todo tipo de represión y criminalización"

El Consejo del Campamento Makhmur emitió una declaración dirigida al KRG, al Gobierno iraquí, a la ACNUR, y al público en general, pidiendo el fin de las restricciones y la represión en el Campamento de refugiados de Makhmur.

La declaración del Consejo expresó lo siguiente:

“Las fuerzas de seguridad del Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) en Erbil han impuesto arbitrariamente restricciones de movimiento para los residentes del campamento de refugiados de Makhmur, desde mediados de julio de 2019. Los residentes del campamento, que tiene una población de 12 mil personas, no pueden cruzar el punto de control entre Makhmur y Erbil, ni ingresar a la ciudad de Erbil. 

La ciudad de Makhmur se encuentra a 60 kilómetros al suroeste de Erbil. Antes de las restricciones, cientos de residentes viajaban diariamente a Erbil para trabajar, recibir tratamiento médico y satisfacer sus necesidades básicas. Además de esto, cientos de nuestros residentes estudian en las universidades de Erbil.

Las fuerzas de seguridad del KRG están justificando las restricciones de movimiento para nuestros residentes, usando como excusa el asesinato de un agente turco en Erbil el 17 de julio. Dos días después de este incidente, aviones de combate turcos bombardearon el campamento, cuyos residentes son kurdos étnicos con ciudadanía turca que huyeron de su país y dejaron sus casas en la década de 1990, debido al desplazamiento forzado efectuado por el ejército turco. Como resultado del bombardeo, 2 residentes resultaron heridos.

Debido a las protestas de la sociedad civil local e internacional y las organizaciones de derechos humanos, el Dr. Dindar Zebari, Coordinador de Defensa Internacional del KRG, emitió una declaración sobre las restricciones de movimiento para los residentes de nuestro campamento. En su declaración escrita, el Dr. Zebari afirma que la restricción fue sólo "levemente" y "temporalmente" y que "las nuevas medidas no incluyeron a aquellos que tienen trabajo, estudiantes o aquellos que buscan tratamiento en los hospitales de la región de Kurdistán, considerando que tienen documentos de aprobación".

Esta afirmación claramente no corresponde a lo que en realidad sucede. El 19 de julio, nuestra residente llamada Fatma Kara, que tenía 6 meses de embarazo, sufrió un aborto espontáneo porque las fuerzas de seguridad le negaron el acceso al hospital. El 3 de agosto, nuestra residente llamada Newroz Ahmed tuvo un aborto espontáneo por la misma razón. Aunque tenían referencias del hospital Makhmur, las fuerzas de seguridad no les permitieron cruzar el puesto de control y llegar al hospital en Erbil, diciendo que tenían instrucciones claras de no dejar pasar a ningún residente del campamento. El bebé enfermo de 5 meses, Zeryan Bulut, perdió la vida el 2 de octubre debido a la denegación de tratamiento médico.

Representantes de la Iniciativa de Madres de Paz y el Consejo de Mujeres de Ishtar, del campamento, protestaron con una sentada de 27 días del 1 al 27 de septiembre, contra las restricciones impuestas arbitrariamente al movimiento frente al punto de control del KDP en la carretera entre Makhmur y Erbil.

A los que estudian en Erbil solo se les permitió la entrada a la ciudad después de grandes esfuerzos realizados por nuestro consejo. Pero un gran número de estudiantes, que no pudieron registrarse, han perdido el año. Además de esto, aquellos que necesitan permanecer en residencias estudiantiles son obligados por las fuerzas locales de seguridad Asayish a firmar una garantía que declara que no se unirán a ninguna actividad política, acciones de protesta o visitar oficinas de las fuerzas opositoras kurdas, etc. Esto significa que su derecho a la política se niega, como también cualquier actividad y la organización. Esto equivale al chantaje.

Debido a las restricciones, innumerables personas perdieron sus empleos. Por el momento, casi cinco meses después del comienzo de las restricciones, sólo aquellas personas que pueden documentar su empleo pueden ingresar a la ciudad de Erbil. Aquellos que ya perdieron su trabajo no pueden pedir trabajo. Como resultado, la situación financiera de muchos residentes se deterioró y empeora continuamente.

Por temor a negar el regreso, muchas personas que viven en Erbil y otras ciudades y tienen familiares en el campamento no los visitan.

Aquellos que necesitan tratamiento médico se ven obligados a obtener un documento adicional, sellado por el gobernador de distrito, que indica que esta persona puede ir a un hospital en Erbil. Muchas veces, las fuerzas de seguridad en el puesto de control no encuentran referencias de los médicos y el gobernador de distrito, que no está en condiciones de decidir sobre cuestiones de salud, y aún cuando es suficiente, obligan a las personas a acudir a la policía de seguridad local (asayish) en Debeka y obtener un documento sellado desde allí. Si la policía en Debeka lo niega, la gente no puede llegar al punto de control desde donde entrar a Erbil. A muchas personas se les niega arbitrariamente ingresar a Erbil para recibir tratamiento médico a pesar de las derivaciones y documentos.

Hace poco, Human Rights Watch (HRW) publicó un informe ("Región Kurdistán de Irak: Restringidos los movimientos de refugiados") sobre las restricciones de movimiento para los residentes de nuestro campamento. Allí HRW afirma que las restricciones son arbitrarias. Sarah Leah Whitson, directora de Medio Oriente, expresó además que “las autoridades no pueden castigar a todos en un campamento porque algunas personas pueden simpatizar con el PKK, cuando no hay evidencia de que hayan cometido un delito. Estas restricciones arbitrarias sobre los residentes del campamento les impiden alcanzar trabajos y atención médica”.

En el verano de 2014, el campo de refugiados de Makhmur fue atacado por el ISIS. Al evacuar a la mayoría de los residentes y con la ayuda de los guerrilleros del PKK y los combatientes peshmerga del KRG, fue posible liberar nuestro campamento del ISIS. Pero desde entonces ni ACNUR, que registró nuestro sitio como un campo de refugiados, ni las autoridades iraquíes y ni del KRG, cumplen con sus obligaciones. Las afirmaciones del Coordinador del KRG para la Defensa Internacional sobre "oficinas militares no oficiales dentro y alrededor del campamento para dirigir el campamento" no son ciertas. Lo mismo se aplica a la afirmación "los grupos militares actuales que no permitieron el retorno de ninguna organización o entidad elegida del gobierno local para hacer el trabajo administrativo diario de las personas y proporcionar servicios básicos". En cambio, hemos pedido muchas veces a los representantes del ACNUR y del KRG que regresen al campamento y brinden servicios. Después del referéndum de independencia en KRG, el 16 de octubre de 2017, el gobierno iraquí restableció su gobernanza en áreas en disputa (incluido Makhmur), entre el Gobierno Regional de Kurdistán y el Gobierno Central Iraquí. Desde entonces, la administración de nuestro campamento está en contacto con el Ministerio de Desplazamiento y Migración iraquí. Debido a que el distrito de Makhmur es un territorio en disputa, los conflictos políticos entre el KRG y Bagdad muchas veces afectan nuestro campamento.

El campo de refugiados de Makhmur proporcionó un ejemplo de gobernanza democrática. Especialmente en un momento en que los refugiados están asociados con la crisis. Nuestro campamento es autoadministrado. Todos los organismos son elegidos democráticamente y garantizan la igualdad de representación y participación de las mujeres a través de las co presidencias. El cuerpo más alto es el Consejo del Campamento. Debido a su carácter modelo, muchos periodistas, activistas, delegaciones de todo el mundo visitaron nuestro campamento, se informaron sobre él y se desarrollaron proyectos sociales comunes.

Como Consejo del Campamento de Makhmur, pedimos al KRG que detenga de inmediato todas las restricciones de movimiento para los residentes de nuestro campamento y los visitantes. Llamamos a las autoridades del KRG a detener todo tipo de represión y criminalización de nuestros residentes, especialmente aquellos que estudian y trabajan en Erbil. Hacemos un llamado al Gobierno iraquí y al ACNUR para que cumplan con sus responsabilidades y deberes con respecto a nuestro campo de refugiados. Hacemos un llamado al público local e internacional para que continúen mostrando apoyo a nuestras demandas presionando a las autoridades políticas”.

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