Hişyar Özsoy, vicepresidente del HDP responsable de Asuntos Exteriores y diputado de Diyarbakır, publicó una nota informativa sobre la intensificación de las presiones sobre el HDP en vísperas de las elecciones locales.

Özsoy señaló que, como de costumbre, las presiones del gobierno turco sobre el HDP justo antes de las elecciones locales se han intensificado dramáticamente, añadiendo: "estas presiones pretenden paralizar la organización del HDP y hacer que el campo de juego esté todavía más desequilibrado. Ya hemos visto este patrón antes en las elecciones de noviembre de 2015, en el referéndum de abril de 2017 y durante las elecciones presidenciales de junio de 2018".

El comunicado continuó;

"Las detenciones se han centrado en ciudades específicas para afectar directamente los resultados de las elecciones. Por ejemplo, en Iğdır, donde el AKP, el MHP y el Partido İYİ se unieron contra el HDP, 15 administradores y miembros del HDP y su partido hermano DBP, que lideraban la campaña electoral, fueron detenidos el 17 de marzo y 9 de ellos fueron encarcelados después de un período de detención de doce días y con el típico cargo de "pertenencia a una organización terrorista". El 29 de marzo, 8 miembros del HDP, incluido el copresidente de la ciudad, fueron arrestados en Adana. En Van, 24 miembros y activistas del HDP fueron detenidos y 14 de ellos acabaron en prisión. En Şanlıurfa, 11 personas fueron detenidas, incluyendo los candidatos de HDP para el consejo municipal. El 30 de marzo, un día antes de las elecciones, 53 personas fueron detenidas en Estambul en 127 allanamientos de morada por la policía, la mayoría de las cuales eran candidatos del HDP para concejos municipales en Estambul y sus distritos. Todas estas personas ocupaban puestos de liderazgo en las campañas electorales. En total, durante la campaña electoral, al menos 713 administradores y miembros del HDP fueron detenidos y 107 de ellos han terminado encarcelados. En los últimos dos años y medio, más de 6.000 administradores y miembros del HDP han sido encarcelados, entre ellos sus copresidentes, decenas de miembros del parlamento y alcaldes electos".

Señalando que también los observadores internacionales han vivido estas presiones, la declaración continuó: "Por invitación del HDP, unas 100 personas de diferentes países europeos se registraron con nosotros para observar las elecciones. Al menos 12 observadores internacionales fueron detenidos en el aeropuerto Ataturk de Estambul y luego deportados, ya que las autoridades turcas los consideraban una amenaza para la "seguridad nacional". Como lo han demostrado nuestras experiencias anteriores, los observadores internacionales que entren en el país podrían verse obligados a abandonar la zona electoral o incluso podrían ser detenidos el día de las elecciones".

Özsoy señaló que estas detenciones para intimidar al público ocurren además del uso de recursos públicos por parte del gobierno para campañas políticas, su virtual monopolio y censura sobre los medios de comunicación, las prohibiciones arbitrarias de las campañas electorales de la oposición, las amenazas abiertas del presidente contra los líderes de los partidos opositores y un peligroso discurso político que polariza al país y criminaliza a todas las voces críticas como "terroristas". Estas prácticas totalmente ilegales atestiguan la debilidad de la coalición AKP-MHP, y no su fuerza.

El comunicado subrayó que: "a pesar de estas presiones y de un terreno de juego extremadamente desigual, el HDP está comprometido a reclamar sus municipios confiscados por los llamados "kayyıms" (burócratas nombrados por el gobierno para reemplazar a los alcaldes electos del HDP) y a obstruir la ambición de la alianza del AKP y el MHP, que busca construir y consolidar un gobierno dictatorial en el país".