En las montañas de Gabar y Cûdî y en las regiones de Besta y Komatê en Şirnak, los guardias de aldea continúan talando árboles bajo supervisión militar turca. Se ha sabido que recientemente se ha iniciado la tala de árboles en la zona de Biryan, en la región de Cilênimêja. En muchas zonas donde se talan árboles se han construido nuevas comisarías de policía e instalaciones militares.

En esta situación, los viajes trashumantes de los pastores a las mesetas están sujetos a "permiso".

Pero aunque la destrucción de la naturaleza continúa, también resiste. Los árboles que se han quemado y talado durante años por razones de "seguridad" están volviendo a crecer.

Se ha visto que árboles centenarios que fueron talados en la región de Besta han vuelto a reverdecer desde sus raíces.

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