Cientos de mujeres en Hakkari se quejan de una ex ginecóloga del hospital estatal que las instó a abortar durante las visitas al hospital. La médico dijo repetidamente a las mujeres que su embarazo debía ser abortado inmediatamente porque el niño nacería "discapacitado". Las mujeres denuncian que se trataba de una medida racista anti-kurda de la ginecóloga.
A pesar de los cientos de quejas, hasta ahora no se ha iniciado ninguna investigación contra la doctora; no fue despedida, sino ascendida. Las mujeres que no aceptaron el aborto tuvieron que acudir a otras clínicas. Muchas visitaron clínicas ginecológicas en Van tras la coacción de la médico. Ningún niño presentó malformaciones después del nacimiento.
"Esta médico nos dijo que nuestro hijo era discapacitado y que debíamos abortar. Pero nuestro hijo nació sano. La doctora es una racista. Quiere asesinar a nuestros hijos. Muchas familias de Hakkari han presentado cargos como nosotros, pero no han llegado a nada. Después de nuestra denuncia, la mujer fue ascendida y trasladada otra ciudad", señaló una de las mujeres afectadas a ANF.