Alemania deporta a una activista española alegando un vínculo con los kurdos

Alemania expulsa a María V., una activista española que apoya la lucha de liberación kurda, y le prohíbe la entrada en el país durante los próximos 20 años. Como motivos, señalaron su dominio del kurdo y el uso de sus conocimientos para los kurdos.

Con la última decisión tomada por las unidades de seguridad del Estado, la política de prohibición y criminalización del movimiento por la libertad kurda, que cumple 28 años en Alemania, ha adquirido una nueva dimensión.

El gobierno alemán ha aprobado una sentencia escandalosa y ha expulsado a una activista española llamada María V. con el argumento de que trabajaba con organizaciones e instituciones kurdas. María V., que ha sido deportada a España, tendrá prohibida la entrada en Alemania durante los próximos 20 años.

Haciendo caso omiso de la norma de que “cualquier ciudadano puede vivir en cualquier nación” que se aplica a los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), el Estado alemán ha impuesto por primera vez una “restricción de entrada de 20 años” a una ciudadana de la UE, alegando un vínculo con los kurdos.

También cabe destacar que esta práctica, llevada a cabo por primera vez en Alemania contra una persona internacionalista que apoya la lucha por la libertad del pueblo kurdo, ha coincidido con el 25º aniversario de la prohibición alemana del PKK, vigente desde el 26 de noviembre de 1993.

Su crimen: saber kurdo y apoyar la causa kurda

María V., que ha hablado con ANF sobre la decisión de deportación de las autoridades alemanas, ha revelado que se enteró en octubre, cuando la citaron en la Jefatura de Policía de Halle, en el estado de Sajonia.

Maria V. recordó que tres policías de paisano le entregaron una notificación sobre la orden de deportación dictada por la Oficina de Inmigración de Magdeburgo, y dijo: “Me informaron de que tenía 30 días para abandonar el país, y como este plazo terminaba hoy, tenía que salir de Alemania”.

La activista española declaró que fue objeto de una aplicación arbitraria por parte de las unidades de seguridad del Estado, ya que la decisión no fue tomada por ningún tribunal o unidad judicial, y proporcionó la siguiente información sobre las escandalosas declaraciones de la decisión: “Mi dominio del kurdo, mi visita a instituciones kurdas y mi participación en manifestaciones y paneles relacionados con el Kurdistán fueron citados como justificación en mi orden de deportación. A pesar de que no tengo relaciones familiares en Alemania, se alega que he vivido aquí durante años y que tengo conocimientos ideológicos y que es un delito utilizar mis conocimientos/experiencia en favor de los kurdos”.

Tras señalar que su participación en las manifestaciones del 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y su resistencia en Hambacher Forst, uno de los movimientos ecologistas más conocidos de Alemania, fueron citados como motivos de la decisión de expulsión, Maria V. declaró: “Son manifestaciones totalmente legales y pacíficas. A pesar de que no tengo ninguna actividad ilegal en Alemania, me han deportado. Por ello, me opondré a esta sentencia ilegal; ya hemos recurrido la decisión a través de mi abogado, y el proceso legal ha comenzado”.

El propósito es intimidar a las personas internacionalistas’

María V, que indicó que fue sometida a dicha práctica como consecuencia de su postura internacionalista y de su apoyo a la lucha del pueblo kurdo, declaró: “Quiero que se acabe el terror de Estado que se practica contra el pueblo kurdo, y quiero que los kurdos vivan libres e iguales como los demás pueblos. Sin embargo, en Alemania es un delito que alguien de España busque eso y que aprenda kurdo a un nivel competente como para poder apreciar la situación de los kurdos. El Estado alemán trata de intimidar a las personas internacionalistas y su objetivo es cortar las relaciones de los y las activistas con el pueblo kurdo”.

Llamando la atención sobre el hecho de que la decisión de deportación coincida con el 26 de noviembre, Maria V. continuó: “No es casualidad, en mi opinión, que esta decisión se haya aplicado el 26 de noviembre, el aniversario de la prohibición del PKK. Pero, a través de ustedes, quiero enviar al pueblo kurdo el siguiente mensaje: ‘Estas actividades ilegales no nos disuadirán ni a mí ni a otros activistas/internacionalistas de apoyar vuestra lucha allí donde estemos’”.