Semra Turan, Delal Akyüz y Tolga Güney, periodistas de la Agencia Mezopotamya (MA), Melike Aydın, periodista de JinNews, Cihan Başakçıoğlu, periodista de Newspaper Duvar, y Fatma Funda, trabajadora de prensa del Partido Democrático y por la Igualdad de los Pueblos (DEM), fueron detenidos el 13 de febrero en un registro domiciliario en Esmirna.

Los periodistas, que fueron remitidos al Juzgado de Paz de guardia del Tribunal de Bayraklı de Esmirna con una petición de detención, fueron detenidos a raíz de las declaraciones de un testigo secreto, así como de las noticias que hicieron y las conversaciones telefónicas que mantuvieron con fuentes periodísticas.

Los periodistas fueron acusados de "pertenencia a organización terrorista", acusación que rechazaron, afirmando que se limitaban a realizar su trabajo.

Tras sus declaraciones del viernes, la judicatura penal de paz de guardia puso en libertad bajo control judicial a Semra Turan y Cihan Başakçıoğlu, mientras que Delal Akyüz, Melike Aydın, Tolga Güney y Fatma Funda Akbulut fueron condenados a arresto domiciliario.

TGS: el control judicial se ha convertido en castigo

El Sindicato Turco de Periodistas (TGS) protestó por la decisión del arresto domiciliario y emitió un comunicado titulado "El control judicial convertido en castigo", en el que afirmaba: "Nuestros colegas detenidos el martes durante una redada domiciliaria en Esmirna fueron puestos en libertad bajo control judicial por la judicatura penal de paz a la que fueron remitidos con una petición de arresto. A Melike Aydın, Delal Akyüz y Tolga Güney, se les ordenó no salir de sus casas, mientras que a Cihan Başakçıoğlu y Semra Turan, se les ordenó presentarse y firmar en comisaría. Este trato dado a los periodistas acusados de sus actividades profesionales es inaceptable!"