Aygül: "Los periodistas de Turquía y el Kurdistán arriesgan la vida"

Sinan Aygül ha declarado que los periodistas de Turquía y el Kurdistán arriesgan su vida. "Aquí es imposible hablar de libertad de prensa. Desgraciadamente, ser periodista significa arriesgar la vida", ha declarado.

Sinan Aygül, periodista de investigación especializado en denunciar la corrupción en el municipio AKP de Tatvan, en la provincia de Bitlis, fue víctima de un violento ataque tras la publicación de su reportaje.

Gracias a las claras imágenes de las cámaras de vigilancia y a la masiva presión pública, los agresores, Yücel Baysal, guardaespaldas del alcalde de Tatvan, y el agente de policía Engin Kaplan, fueron detenidos. Se les acusa de lesiones corporales intencionadas con uso de arma.

"No nos callaremos"

Sinan Aygül, que lleva mucho tiempo denunciando corrupción, irregularidades y asuntos sucios en Tatvan, sacó a la luz nuevas irregularidades relacionadas con las licitaciones inmobiliarias del gobierno municipal. "La denuncia de esta corrupción fue la gota que colmó el vaso. Como periodista, ya me he enfrentado antes a amenazas. Pero este ataque pretendía enviar un mensaje claro: que el robo y la corrupción seguirán tolerándose y que nadie debe atreverse a oponerse". Y añadió: "Recibí ese mensaje, pero continuaré mi trabajo periodístico exactamente donde lo dejé, con más determinación si cabe. Este atentado pretendía silenciarnos, pero no nos callaremos. Levantaremos aún más la voz y continuaremos nuestro trabajo sin inmutarnos".

El trasfondo de este atentado

Aygül dijo que Tatvan es una ciudad pequeña donde la gente se conoce y añadió: "¿Cómo se atreven a llevar a cabo un atentado así? Tan obvio y descarado. En el pasado he denunciado casos de corrupción mucho más graves y de mayor envergadura, y me he enfrentado a personas mucho más peligrosas. Pero hasta ahora nadie se había atrevido a hacer algo así. Cometieron un error. No se dieron cuenta de adónde llevarían sus acciones. Ese es un aspecto. El otro aspecto es que quienes les respaldaron les dieron las garantías adecuadas. A los atacantes se les aseguró que nadie podría hacerles daño. Este hecho tampoco debe ignorarse".

"Atacaron con intención de matar"

Aygül no considera el ataque como una simple amenaza, sino como un intento de asesinato. Dijo: "Me golpearon en la cabeza por detrás con una palanca. Tenían en su poder tanto la palanca como los nudillos de metal. Así que su objetivo era claramente matarme. Lejos de ser un acto de intimidación, fue sin duda un intento de asesinato. El ataque se produjo justo después de la publicación de mi último reportaje sobre el gobierno municipal. Los autores intelectuales de este ataque fueron los guardaespaldas del alcalde, sus colaboradores más cercanos y sus familiares. La persona detrás de este ataque debe ser muy influyente, ya que uno de los autores era un agente de policía y el otro un funcionario municipal. Estas personas pusieron en peligro sus propias vidas y puestos de trabajo. El autor intelectual de esta acción es, por tanto, una personalidad importante. Seguiremos la pista de esta persona".

 

"Este país es un infierno para los periodistas"

Para Aygül, la falta de libertad de prensa "no es, por desgracia, un problema nuevo. En los últimos veinte años, las restricciones a la libertad de prensa y de expresión han alcanzado niveles comparables a los de otros países dictatoriales. Todas las leyes aprobadas desde entonces no abogan por el periodismo y la libertad de información, sino que actúan en su contra. Se trata de restringir, controlar y censurar a la prensa. Se está erosionando el derecho de la población a la información. La última ley de censura es especialmente problemática. Soy el primer y hasta ahora único periodista que ha sido detenido y condenado en virtud de esta ley. Estas leyes dan poder a los organismos gubernamentales y a sus redes corruptas. Si existiera una prensa libre en un entorno verdaderamente democrático, estas maquinaciones no serían posibles de forma tan audaz. Pero, por desgracia, no es así. Trabajar como periodista en Turquía y el Kurdistán significa arriesgar la vida. Por desgracia, decenas de colegas han sido asesinados aquí en la historia de la prensa de este país. Cientos de nuestros colegas han sufrido ya la violencia y han sido apaleados en la calle. Cientos de nuestros compañeros siguen en la cárcel. La libertad de prensa no existe aquí. Desgraciadamente, este país es un infierno para los periodistas".