La avanzada de ataques de Israel en Gaza, desde que Hamas lanzó su ataque sin precedentes contra Israel el 7 de octubre, contra la ocupación en Palestina, e Israel declaró la guerra al grupo militante, lanzando ataques aéreos y ataques terrestres en la bloqueada Franja de Gaza ha dejado numerosas bajas entre periodistas. Desde entonces, el conflicto se ha extendido al vecino Líbano.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que investiga todos los informes sobre periodistas muertos, heridos, detenidos o desaparecidos en la guerra, anunció el martes que al menos 31 periodistas se encontraban entre las más de 9.000 personas muertas desde que comenzó la contraofensiva israelí el 7 de octubre.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) le informaron a Reuters y a la agencia de noticias Agence France Press que no podían garantizar la seguridad de sus periodistas que operaban en la Franja de Gaza, después de que estos medios pidieran garantías de que sus periodistas no serían blanco de ataques israelíes, informó Reuters el 27 de octubre.
"Las FDI están atacando toda la actividad militar de Hamás en toda Gaza", decía la carta de las FDI, y agregaba que Hamás puso deliberadamente operaciones militares "en las proximidades de periodistas y civiles... no podemos garantizar la seguridad de sus empleados, y le instamos encarecidamente a que tome todas las medidas necesarias para su seguridad”.
Al 31 de octubre:
Se confirmó la muerte de 31 periodistas: 26 palestinos, 4 israelíes y 1 libanés.
Ocho periodistas resultaron heridos.
Nueve periodistas fueron reportados como desaparecidos o detenidos.
“El CPJ enfatiza que los periodistas son civiles que realizan un trabajo importante en tiempos de crisis y no deben ser el objetivo de las partes en conflicto”, afirmó Sherif Mansour, coordinador del programa del CPJ para Medio Oriente y el Norte de África y agregó: “Los periodistas de toda la región están haciendo grandes sacrificios para cubrir este conflicto desgarrador. Los habitantes de Gaza, en particular, han pagado y siguen pagando un precio sin precedentes y enfrentan amenazas exponenciales. Muchos han perdido colegas, familias e instalaciones de los medios de comunicación, y han huido en busca de seguridad cuando no hay un refugio o una salida seguros”.