La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, habló sobre la ley aprobada por el Parlamento turco esta semana que habilita penas de prisión de hasta tres años por "difundir información engañosa".
Apodada como la "ley de censura" por la oposición y los grupos periodísticos, la ley afectará no solo a los informes de noticias sino también a los usuarios de las redes sociales. Los usuarios anónimos de las redes sociales pueden enfrentar sentencias aumentadas a la mitad.
El artículo más controvertido de la ley dice que aquellos que "difundan públicamente información falsa sobre la seguridad interna y externa del país, el orden público y la salud general, de una manera que sea adecuada para perturbar la paz pública, con el objetivo de crear ansiedad, miedo o pánico entre el público" enfrentarán una pena de prisión de uno a tres años.
Marta Hurtado dijo que estaban "preocupados por la adopción el jueves en el Parlamento de Turquía de un paquete de enmiendas a varias leyes que corren el riesgo de restringir sustancialmente la libertad de expresión en el país".
"Una de estas enmiendas es una revisión del código penal que prevé penas de hasta tres años de prisión "por difundir públicamente información falsa". Según el derecho internacional de los derechos humanos, la libertad de expresión no se limita a la información "veraz", sino que se aplica a la "información e ideas de todo tipo", tanto en línea como fuera de línea. Las restricciones a la libertad de expresión solo se contemplarán por motivos legítimos y necesarios", señaló Hurtado.
Según Hurtado, "estas enmiendas dejan un espacio significativo para la interpretación arbitraria y subjetiva y el abuso. En un contexto ya muy restrictivo, corren el riesgo de limitar aún más los derechos de las personas a buscar, recibir y difundir información, tal como se garantiza en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), en el que Turquía es parte. Las recientes enmiendas también corren el riesgo de abrir nuevas vías para la represión de la expresión permitida por el derecho internacional, incluido el trabajo crítico de periodistas y defensores de los derechos humanos e incentivar la autocensura".
"Lamentamos que estas leyes hayan sido redactadas y adoptadas sin una amplia consulta con la sociedad civil y los representantes de los medios de comunicación. Los marcos legales y regulatorios de tan amplio alcance potencial e impacto en la sociedad en su conjunto solo deben adoptarse después de deliberaciones exhaustivas y un amplio debate público".
El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU agregó: "La libertad de expresión y el acceso a la información son necesarios para la participación efectiva de las personas en la vida pública y política y esenciales en cualquier democracia. Pedimos a Turquía que garantice el pleno respeto de la libertad de expresión garantizada por el derecho internacional".