Continúa la represión contra los empleados de la oficina de Van de la Agencia de Noticias de Mesopotamia (MA), quienes revelaron el incidente de Servet Turgut, detenido por soldados turcos a cargo de una operación militar en el campo del distrito de Çatak y fallecido como resultado de ser expulsado de un helicóptero junto con Osman Şiban. Los reporteros de la oficina Adnan Bilen y Cemil Uğur, junto con el reportero de Jinnews Şehbiran Abi y la periodista Nazan Sala, fueron arrestados el 9 de octubre. Otro reportero de la oficina, Dindar Karataş, fue detenido en una redada policial ayer.

Mientras llevaban al periodista Karataş a Erzurum, la policía allanó la oficina en Van de MA por segunda vez. Los periodistas que trabajaban en diferentes medios de la ciudad reaccionaron ante la creciente presión sobre la Agencia Mesopotamia y sus empleados.

Tunç: “No permitemos asesinatos no identificados”

El reportero de Jinnews, Hikmet Tunç, afirmó que enfrentaron obstáculos en casi todas las noticias que siguieron en Van incluso después del levantamiento del estado de emergencia (OHAL), y aseguró que se llevan a cabo investigaciones contra cada periodista de oposición que trabaja en la ciudad.

Recordando a los cuatro periodistas que fueron encarcelados luego de la noticia de que dos pobladores fueron arrojados desde un helicóptero militar, indicó Tunç: "Informar sobre la situación de dos ciudadanos que fueron sometidos a tortura y revelarla son las cosas que todo periodista no puede hacer en estas condiciones. Estamos haciendo cosas muy serias y levantamos nuestras voces a pesar de toda la violencia. Porque tenemos la responsabilidad de entregar las verdaderas noticias al público. Prometimos transmitir estos hechos aunque sólo quede un colega para informar de las noticias. Continuaremos haciéndolo bajo cualquier circunstancia. Deberían tenernos miedo. Ningún perpetrador de torturas o violaciones permanecerá desconocido".

Candemir: “Los velos del estado, los periodistas desvelan”

Oktay Candemir, periodista que trabaja en Van durante 18 años, denunció: "Incluso llamar a los periodistas a declarar no es correcto en términos de la ley, pero sus casas son allanadas a la medianoche, son detenidas y sus materiales digitales son confiscados. Con frecuencia nos hemos enfrentado a estas presiones. Las actividades periodísticas casi han sido prohibidas, especialmente en Van en el último año".

Refiriéndose a la "prohibición de todas las acciones y actividades" que ha estado vigente durante más de 1.500 días en la ciudad de Van, Candemir afirmó que los periodistas no pueden informar la noticia debido a las prohibiciones. Y continuó: “Algo está velado en esta ciudad. Si partimos del incidente del helicóptero en Çatak, a medida que aumentan las violaciones de derechos, estos allanamientos se organizan sobre todo aquel que informa, escribe o dibuja sobre él. Estas redadas se organizan contra todo aquel que hace noticias relevantes, escribe, dibuja. De esta manera, se produce una redada muy violenta contra la prensa libre. Es necesario abandonar esto de inmediato. Todos hacemos periodismo. Cuando vamos a la policía, nos presentan artículos de noticias como prueba criminal. Las noticias que hemos hecho se consideran prueba criminal. Si quieres saber si hay leyes y libertad en un país, mira la situación de los periodistas en ese país".

Takva: “Más allá de los slogans”

El periodista Ruşen Takva subrayó que es necesario ir más allá de las consignas de solidaridad. Por lo que hizo el siguiente llamado a periodistas y organizaciones profesionales: “Las organizaciones profesionales deben tomar medidas urgentes. Decimos 'el periodismo no se puede silenciar' pero lamentablemente el sistema lo silencia. Decimos que 'el periodismo no se puede probar', pero lamentablemente está en juicio. Decimos que ´el periodismo no es un delito´, pero los periodistas son acusados ​​en todos los campos. Por tanto, tenemos que ir más allá de las consignas y proponer algo visible de la mano".

Yilmaz: “Seguiremos, somos la voz de la sociedad”

El periodista İdris Yılmaz también señaló que los periodistas que informan de los hechos están bajo presión judicial.

Al expresar que otros periodistas están demasiado sujetos al acoso con las redadas y detenciones policiales, Yılmaz explicó: “Cuando la oficina fue allanada antes, llegaron nuevos colegas de inmediato. Los periodistas vienen voluntariamente y se hacen cargo de los bolígrafos de sus amigos. Mantienen el periodismo en marcha. Free Press seguirá siendo la voz de la sociedad y no se rendirá a tales políticas”.