El Observatorio de Salud y Seguridad Laboral (İSİG) dijo que al menos 842 trabajadores murieron en su lugar de trabajo tanto en Turquía como en el extranjero en los primeros seis meses del año.

Unos 187 trabajadores murieron en junio, según el informe mensual de İSİG.

De los 842 trabajadores, 789 eran hombres y 53 mujeres; 729 eran trabajadores remunerados (obreros y funcionarios) y 113 trabajaban por cuenta propia (agricultores y comerciantes).

Veintidós niños trabajadores murieron en el trabajo en seis meses, entre ellos cinco menores de 14 años. Cincuenta y ocho de los trabajadores asesinados tenían más de 65 años.

Sólo 26, o el 3,08%, de los trabajadores asesinados estaban sindicados.

Cuarenta y ocho trabajadores refugiados fueron asesinados en seis meses. Diecinueve de ellos eran de Siria, 12 de Afganistán, cuatro de Uzbekistán y tres de Irán.

Unos 165 trabajadores murieron en accidentes de tráfico o de transporte, 155 murieron por "aplastamiento/colapso", 100 murieron de un ataque al corazón o una hemorragia cerebral, 46 se suicidaron y 42 murieron de Covid-19.

El mayor número de muertes se produjo en el sector de la construcción/carretera, con 165. Le siguieron la agricultura y la silvicultura, con 144, el transporte, con 98, el "comercio, la oficina, la educación, el cine", con 58, el metal, con 55, el "municipio y las obras generales", con 49, la sanidad y los servicios sociales, con 40, y la minería, con 34.

Con 126 muertos, Estambul fue la ciudad con el mayor número de trabajadores muertos en el trabajo. Treinta y una personas murieron en Esmirna y Muğla, respectivamente, y 30 trabajadores murieron en Antalya y Kocaeli, respectivamente.

Veintidós trabajadores de Turquía murieron en 15 países: Irak, Chipre del Norte, Israel, Rusia, Azerbaiyán, Brasil, China, República Dominicana, Libia, Macedonia, Malta, Egipto, Uzbekistán, Arabia Saudí y Túnez.