Según un comunicado del secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo una serie de ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por los grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria el jueves por la noche por indicación del presidente Biden.
“Estos ataques fueron autorizados en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak. En concreto, estos ataques destruyeron múltiples instalaciones situadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluidos Kait'ib Hezbollah (KH) y Kait'ib Sayyid al-Shuhada (KSS)”, dice el comunicado.
El comunicado remarca que “esta respuesta militar proporcionada” se llevó a cabo junto con medidas diplomáticas, incluida una consulta con los socios de la Coalición, y añade que las fuerzas estadounidenses han actuado de manera deliberada con el objetivo desescalar la situación general tanto en el este de Siria como en Irak.
“Confío en el objetivo que hemos perseguido, sabemos lo que hemos alcanzado”, dijo a la prensa el secretario de Defensa, Lloyd Austin, poco después de los ataques aéreos. “Estamos seguros de que ese objetivo estaba siendo utilizado por los mismos militantes chiítas que llevaron a cabo los ataques”, añadió en referencia a un ataque con cohetes que tuvo lugar el en el norte de Irak el 15 de febrero y que mató a un contratista civil e hirió a un miembro estadounidense y a otro miembro de la coalición.