Başaran: "Seamos la voz de las huelgas de hambre en las prisiones"

Başaran ha alertado de que la situación de los presos en huelga de hambre se está deteriorando y ha hecho un llamamiento a la sociedad para amplificar las protestas.

Ayşe Acar Başaran, portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Derecho del HDP, realizó ayer una conferencia de prensa sobre la huelga de hambre que lleva a cabo la copresidenta del DTK y diputada del HDP, Leyla Güven, así como un numeroso grupo de presos políticos.

Başaran habló en representación de la Iniciativa Libertad y explicó las exigencias de los huelguistas: “Hoy es el 60º día de la huelga de hambre emprendida por Leyla Güven. La huelga de hambre comenzó el 7 de noviembre de 2018. Junto con Leyla Güven, más de 100 presos políticos en docenas de prisiones están tratando de concienciar a la sociedad sumando sus esfuerzos por la misma exigencia. El fin del régimen de aislamiento de Öcalan es la exigencia que les une”.

Başaran añadió: “Como sabéis, no hay noticias de Öcalan tras la última reunión con sus abogados en 2011, una reunión con la delegación de Imrali en 2015 y la última reunión con su familia el 11 de septiembre de 2016, que se produjo tras la huelga de hambre de aquel momento”.

Öcalan, afirmó Başaran, “no tiene ningún contacto con su familia ni con sus abogados ni con ninguna delegación. Claro, es equivocado considerar a Öcalan un preso normal. Ya que es obvio que estos tres años de aislamiento no han sido solo experimentados solo por él sino por toda Turquía. El conflicto que él trató de resolver sigue ahora con más guerra y sin soluciones”.

La exigencia de Leyla Güven, dijo Başaran, “no es solo la abolición del régimen de aislamiento sobre una persona. Ella está exigiendo la abolición del aislamiento impuesto al pueblo de Turquía, a los opositores, jóvenes y mujeres. Cientos de prisioneros, incluyendo a Leyla Güven, han tratado de transmitir esta legítima y justa exigencia a la sociedad durante todos estos días.”
 

La Salud de los huelguistas está llegando a un punto crítico

La salud de Güven “ha llegado a un punto crítico. Sufre de alta presión sanguínea, mareos y tiene dificultad para ingerir líquidos. En otras prisiones, ninguna de las necesidades propias de una persona en huelga de hambre se está cumpliendo. En algunas prisiones, no se suministra la vitamina B y los huelguistas son encerrados en celdas individuales y llevados a la muerte”.

Un silencio ensordecedor

A pesar de la crítica situación, Başaran alerta de las consecuencias: “El silencio en la sociedad es aterrador. El hecho de que la sociedad esté tan silenciosa muestra que podemos esperar lo peor en los siguiente días. Leyla Güven está en un momento crítico, y en el caso de los otros presos, están progresando hacia la misma situación crítica”.

Debemos ser la voz de los huelguistas

Başaran ha continuado afirmando que la exigencia de Güven no se trata de una exigencia personal: “Hago un llamamiento a todas las fuerzas sociales, las organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y cualquiera que se llame a sí mismo un demócrata o diga ‘quiero una sociedad turca libre’. La exigencia de Güven no es personal. Aunque Güven y otros amigos estén siendo retenidos como rehenes ilegalmente, no tienen exigencias personales. La exigencia de Güven es por el bien del pueblo de Turquía, para vivir en libertad y en una democracia. Reiteramos nuestro llamamiento. La huelga de hambre en el pasado ha tenido diferentes resultados. Vimos un éxito y la apertura a una solución. El ejemplo más cercano fue la huelga de hambre de 2012. Tras la huelga de 2012, un proceso de diálogo con Öcalan comenzó, y esas conversaciones habían comenzado a generar cambios positivos.”

Ahora, dice Başaran, “estamos en un encrucijada: o continuamos ignorando y pretendiendo que esos presos no tienen exigencias legitimas y les veremos desvanecerse poco a poco. O haremos nuestra su legítima exigencia y esperaremos a que el poder tome el siguiente paso. No se trata de una exigencia difícil ni imposible.”

Başaran concluyó su conferencia de prensa dirígiéndose a todo el pueblo: “Les hablamos a las mujeres jóvenes, que son las más afectadas por las políticas de guerra. Demos una voz al grito silencioso que sale de las prisiones. Esos presos no tienen nada con lo que resistir más que sus cuerpos. Exijamos al poder que cumplan con su exigencia. Por lo tanto hacemos un llamamiento también a todo nuestro pueblo, a todas las instituciones para que sean sensibles y exijan el fin del aislamiento”.