La co-alcaldesa del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) del municipio de Yenişehir, Belgin Diken, dijo a ANF que están bajo la constante amenaza del gobierno central: “Utilizan constantemente el mismo método de intimidación y cometen delitos contra nuestro partido y sus votantes sabiendo que no obtendrán ningún resultado”.
La co-alcaldesa Diken fue destituida y sustituida por un fideicomisario, y señaló que con un régimen fiduciario el gobierno central puede lograr llegar a gobernar todas las zonas. Sin embargo, añadió, no puede usurpar la voluntad del pueblo. “Ahora mismo pueden estar a cargo de esos edificios públicos, pero nunca podrán estar a cargo de la voluntad del pueblo. El pueblo no acepta a estos administradores. Nuestro pueblo lo demostró en las urnas reclamando su propia voluntad. El pueblo no ha aceptado a ninguno de los fideicomisarios designados. Hubo nuevas elecciones y, de nuevo, nuestro pueblo demostró su fuerza en las urnas reclamando su voluntad”, dijo.
Cometieron un crimen
Diken dijo que el HDP sufrió un gran daño por parte de los fideicomisarios cuando ganaron los municipios por segunda vez en las elecciones: “Nombraron fideicomisarios en nuestras instituciones para mujeres y jóvenes, en nuestros hogares de condolencia. Asignaron sistemáticamente todas nuestras instituciones e intentaron extender el sistema de fideicomisarios en todos los ámbitos. En la etapa a la que hemos llegado, nos enfrentamos a una situación muy difícil. Están cometiendo crímenes contra nuestro partido y sus votantes, pero no obtienen ningún resultado”.
Somos la voluntad de nuestro pueblo
La co-alcaldesa continuó: “Nos enfrentamos a un régimen fiduciario que intenta imponer a la sociedad su voluntad cambiando las direcciones de mujeres, los nombres de los barrios y de las calles. Al llegar, tomamos la decisión de volver a cambiarlos de acuerdo con las decisiones que tomamos los concejales. Después de un periodo de 6 meses, volvieron los fideicomisarios. Nos han detenido, nos han puesto bajo arresto domiciliario, tenemos causas judiciales pendientes, pero siempre estamos con nuestro pueblo. Pueden nombrar fideicomisarios pero no controlar la voluntad del pueblo”.
Destacando que los fideicomisarios no son valorados por la sociedad por el trabajo que realizan, Diken añadió: “El tema que se discute en las visitas de trabajo y familiares de nuestro barrio es qué hacer si se vuelve a nombrar a un fideicomisario y qué hace el régimen de fiduciario. No tienen trabajo para las mujeres, los jóvenes y el público. La gente también lo ve. Sufren bajo los administradores. Cuando llegamos al municipio de Yenişehir, denunciamos la destrucción cometida por el fideicomisario y lo anunciamos al público a través de la prensa. Nos hicimos cargo con una deuda de 178 millones de TL”.