La co-presidenta del HDP, Pervin Buldan, ha debatido los recientes desarrollos políticos en la reunión semanal del grupo de la Asamblea.

Buldan comenzó su discurso haciendo un tributo y expresando sus condolencias a la familia del trabajador de la Prensa Libre Kadri Kaya, quien falleció el día anterior.

La co-presidenta del HDP recordó luego que el lunes fue el 95º aniversario del establecimiento de la República de Turquía. “Ellos la llaman ‘República’, pero para la gente no hay democracia, justicia, libertad. Pese a ser una República popular, se ha convertido en un régimen”.

Haciendo referencia al aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan, Buldan ha dicho: “El régimen de aislamiento agravado impuesto a Mr. Öcalan es el resultado de la persistencia del Estado de Turquía de no democratizar la República. Mr. Öcalan está en aislamiento por dar esperanza al pueblo. La gente que ha implementado esta política está tratando de transformar la República en una república de aislamiento”.

Buldan ha insistido en que “el problema no es levantar el aislamiento impuesto a una persona, es acabar con las políticas responsables del colapso del país y toda la sociedad. Es un esfuerzo por construir un futuro brillante contra el futuro de oscuridad. Nosotros nunca renunciaremos a la paz y a la democracia”. Y ha continuado: “No nos callaremos contra el aislamiento. Nunca dejaremos que la esperanza de paz se desvanezca. Este aislamiento ciertamente se romperá por la lucha de nuestra gente. Aquellos que han llevado a cabo esta práctica inhumaba serán enterrados bajo sus propias políticas”.

Hablando sobre el mensaje de las elecciones municipales, ha comentado: “El gobierno del AKP está tratando de eliminar los valores del pueblo kurdo organizando la vida a través de sus fideicomisarios. Los nombres kurdos de parques, jardines y centros culturales han sido traducidos, o sus instituciones cerradas. Golpearemos al gobierno del AKP en las próximas elecciones”.

Buldan ha recordado también la política del AKP de atacar funerales y mantener cuerpos como rehenes. “No están devolviendo los cuerpos de cientos de personas a sus familias”, ha dicho. “Esos cuerpos están enterrados en cementerios o encerrados en la morgue. Hay 700 cuerpos en Malatya y Cizre reclamados por sus familiares. Este proceso se ha convertido en una completa tortura para las familias, que llevan años esperando los resultados de las pruebas del ADN”.