Se están produciendo feroces enfrentamientos con los hutíes respaldados por Irán alrededor de Marib, el último bastión de las fuerzas gubernamentales respaldadas por Arabia Saudita en el norte de Yemen.

Según informes, al menos 125 rebeldes hutíes murieron en los bombardeos llevados a cabo por la Coalición Árabe dirigida por Riad. Según la noticia de AFP, que se basa en fuentes cercanas a las fuerzas gubernamentales, 70 personas de las fuerzas gubernamentales también murieron en los enfrentamientos. Dado que los hutíes rara vez informan de sus propias pérdidas, es difícil verificar esta información con otras fuentes.

Los enfrentamientos se intensificaron no solo en Marib, sino también en las provincias de Shabwa y al-Bayda en el centro del país.

Los hutíes lanzaron una operación en febrero de 2020 para apoderarse de Marib. A excepción de Marib, el norte del país está bajo el control de los hutíes.

En 2014, después de que la capital Saná, quedara bajo el control de los hutíes, estalló una guerra devastadora. Hay fuerzas gubernamentales respaldadas por Arabia Saudita por un lado y los hutíes respaldados por Irán por el otro.

Según Naciones Unidas, 377.000 personas murieron en esta guerra, de las cuales 227.000 fueron consecuencias indirectas del conflicto como escasez de agua, hambre y enfermedades. Yemen atraviesa actualmente la peor crisis humanitaria del mundo.

Según Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que hizo una declaración en octubre de 2020, 10.000 niños han muerto o han resultado heridos en Yemen desde el comienzo de la guerra civil. Señaló que cuatro de cada cinco niños en Yemen necesitan ayuda humanitaria. Eso significa 11 millones de niños.