Organizaciones de trabajadores y asociaciones profesionales se reunieron para protestar en Aliağa, cerca de Izmir, este jueves. La Plataforma de Aliağa por el Trabajo y la Democracia convocó una protesta contra el desembarco y desguace del carguero brasileño Sao Paolo, contaminado con 600 toneladas de amianto y metales pesados. El barco zarpó el jueves de Río hacia Aliağa.
Cientos de personas se concentraron frente a la representación del sindicato Petrol-Iş en Aliağa y marcharon hasta la plaza de la Democracia, donde se celebró una concentración. Una vez allí, se desplegaron pancartas en las que se leía “Aliağa no es el vertedero del mundo”, “No toquen nuestro aire, agua y suelo” y “Detengamos el barco de la muerte - por el empleo, el medio ambiente y la salud”.
Sönmez: “Es el mismo delito que cortar árboles en Şirnak”
Naci Sönmez, portavoz de medio ambiente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), dijo: “Hoy el gobierno del AKP ha convertido toda Turquía en un vertedero para las empresas internacionales. Uno de los centros más importantes para ello es Aliağa. Aliağa es conocida por la explotación de los trabajadores, pero también por la destrucción de la naturaleza por parte de la industria. Hoy, por desgracia, el gobierno ha vuelto a apuntar a Aliağa, esta vez como el lugar donde se va a desmantelar el barco de amianto. Los que luchamos por la ecología nunca entregaremos Aliağa, Fatsa, las montañas de Ida o Şirnak al actual gobierno y al capital. Los que hoy cortan árboles en Şirnak están cometiendo el mismo crimen que se está cometiendo aquí. No seremos socios de este crimen”.
Uğur: “Acabaremos con el dominio del Palacio”
Cavit Uğur, co-presidente del SYKP (Partido Socialista de la Reconstrucción), dijo: “Vivimos en una época de desastres. Pondremos fin a todos estos desastres. Mostraremos la realidad en las elecciones de 2023 a quienes creen que pueden hacer todo esto impunemente. ¿Quién es la empresa que trajo este barco? ¿Quién autorizó el desmantelamiento del barco? Es el propio Palacio. Acabaremos con el dominio del Palacio”.
Detener el carguero en aguas internacionales
Hablando en nombre de la Asociación Médica Turca, Behiye Mungan subrayó que este barco supone una gran amenaza para la salud. Señaló que se están tomando iniciativas internacionales para evitar que el barco entre en aguas territoriales turcas: “En primer lugar, tenemos previsto impedir que el barco entre en aguas turcas. Estamos en contacto con las asociaciones médicas de los países por cuyas aguas soberanas navegará el barco. El amianto no es la única amenaza que plantea el barco. En este barco también se han realizado trabajos con materiales radiactivos. Cuando el barco sea desguazado, también estará la cuestión de cómo eliminar los residuos”.
Derğerli: “No dejaremos que el carguero atraque”
Seçil Ege Değerli, miembro de la junta directiva de la Plataforma de Cultura y Medio Ambiente del Egeo (EGEÇEP), dijo: “Turquía y Aliağa no son el vertedero del mundo. No queremos morir en las sucias guerras del imperialismo y sus residuos. Desde aquí advertimos al gobierno. Vamos a quemar esos barcos, no vamos a dejar que ese barco de la muerte se acerque a nosotros”.
“A la patronal no le importa la vida de los trabajadores”
Por último, Deniz Gültekin leyó una declaración conjunta de los organizadores en nombre de la Plataforma Aliağa por el Trabajo y la Democracia. Gültekin explicó que la vida de los trabajadores del desguace de barcos no valía nada para la patronal, que sólo se orientaba al beneficio, y continuó: “Nosotros, que hemos vivido en Aliağa durante años, conocemos las condiciones de trabajo de los desguaces de barcos. Sabemos cuánto han contaminado nuestro mar, nuestro aire y nuestro suelo las empresas industriales ubicadas en Aliağa desde hace años. Convivimos con los olores a gas que salen de las refinerías, convivimos con las montañas de escoria de las siderúrgicas, convivimos con las sustancias tóxicas que acaban en el mar cuando se desmantelan los barcos, convivimos desde hace años con que en esta ciudad han muerto, enfermado y contraído cáncer cientos de trabajadores y trabajadoras. En otras palabras, conocemos muy bien a los que quieren traer este barco aquí, porque no ven nada malo en poner en peligro la vida de los trabajadores y residentes de la ciudad”.
“Aliağa no es el basurero del mundo”
Gültekin continuó: “El Sao Paulo y todos los demás barcos envenenados deben ser desguazados allí donde se construyeron. Las instalaciones de desmantelamiento de Aliağa deben ser inspeccionadas a fondo y las condiciones de trabajo deben ser diseñadas de tal manera que la salud y la seguridad no se vean comprometidas. La seguridad de los trabajadores y trabajadoras debe estar garantizada. Las plantas que cumplen la normativa vigente sobre el papel, pero que hacen caso omiso de la salud humana y medioambiental, deben ser cerradas. Las licencias de explotación concedidas por el ministerio deben ser revocadas inmediatamente. No queremos este barco en Aliağa. El Sao Paulo no debe entrar en las aguas territoriales de nuestro país. Estamos en contra de traer el barco aquí, que ningún otro país se ha encargado de desmantelar. Rechazamos que Aliağa sea tratada como el basurero del mundo. Turquía no es el vertedero de Europa, Aliağa no es el vertedero de Turquía. ¡No hay otra Turquía, no hay otra Aliağa! Es nuestra responsabilidad histórica, humanitaria y ética dejar a nuestros hijos e hijas una ciudad y un país habitables”.